Durante mucho tiempo las experiencias cercanas a la muerte han sido tema de estudio para la neurociencia. Esta vez un nuevo testimonio ha captado la atención en las redes sociales por su estremecedor detalle sobre lo que vivió un hombre al ser declarado muerto por seis minutos.
El sujeto que vivió una de esas experiencias compartió su experiencia. El hombre relató que en 2003, cuando tenía 15 años, sufrió un episodio de fibrilación ventricular mientras regresaba a casa desde la escuela. De manera repentina, experimentó náuseas, un sudor frío y una extraña sensación en el pecho antes de desvanecerse en plena carretera. Una conductora logró frenar a tiempo y llamó a los servicios de emergencia. Cuando los paramédicos arribaron, su corazón ya no latía. Fue trasladado de inmediato al hospital, donde lograron reanimarlo mediante una descarga eléctrica.
A pesar de haber estado sin signos vitales durante seis minutos, sobrevivió, aunque con secuelas que hicieron necesaria una ablación y la implantación de un marcapasos.
¿Cuál fue su experiencia?
Según su testimonio, al fallecer experimentó una luz intensa y una sensación de ascenso, que inicialmente interpretó como una vivencia celestial. Afirmó haber atravesado una serie de “puertas” hasta llegar a un espacio sin dimensiones. Sin embargo, en lugar de encontrarse con seres benevolentes, aseguró haber sido recibido por entidades que lo encadenaron y lo sometieron a un profundo tormento emocional.
Además, aseguró que el mundo es creado para desarrollar la conciencia humana hasta que se alcance la madurez suficiente y luego ser usados como servidumbre en un plano superior. Afirmó: “Nos crean solo para esclavizarnos por la eternidad”.
Otros testimonios de experiencias cercanas a la muerte
Sin embargo, algunos otros testimonios que han sido recopilados relatan otra cantidad de vivencias diferentes. Sarah Johnson, mujer que sufrió un paro cardiaco, aseguró que sintió lo contrario y experimento paz y comprensión absoluta.
Ahora bien, la explicación de la neurociencia sobre este tema es que estas vivencias podrían estar vinculadas a la actividad cerebral residual y a la liberación de sustancias como la dimetiltriptamina (DMT), un compuesto psicodélico que el cerebro podría generar en situaciones extremas.
Un estudio publicado en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (PNAS, por sus siglas en inglés) sugiere que, tras la muerte clínica, el cerebro puede experimentar un aumento repentino de actividad en áreas relacionadas con la conciencia y la percepción visual, lo que podría explicar las visiones y sensaciones de paz que muchas personas describen.