Los aranceles anunciados por el presidente norteamericano Donald Trump entraron en vigor desde este martes. Esta medida, que de la amenaza pasó a la realidad, impacta a las importaciones de México y Canadá, con un 25% de incrementos, y agrega un 10% más a los bienes que China quiera exportar a Estados Unidos.
Según el mandatario norteamericano, esta medida fue puesta en marcha porque ya había retrasado la propuesta en espera de acciones contundentes para frenar el tráfico de drogas y la inmigración. Recalcó que, al no obtener los resultados adecuados, decidió hacerla efectiva.
“El flujo de drogas como el fentanilo a través de redes de distribución ilícita ha creado una crisis de la salud publica en Estados Unidos. México y Canadá han fallado en tomar medidas efectivas para combatir esta amenaza , lo que nos obliga a actuar para proteger a nuestros ciudadanos”, reiteró Trump en un comunicado de la Casa Blanca.
El mandatario norteamericano agregó que habrá excepciones de aranceles vinculados con hidrocarburos canadienses, los cuales solo tendrán un gravamen del 10 %.
Frente a estas medidas, el primer ministro de Canadá, Justin Trudea, anunció una medida similar, pues impondrá aranceles contra 100.000 millones de dólares, es decir, más de 95. 400 millones de euros, en valores de productos provenientes de Estados Unidos por alrededor de 21 días.
Mientras que China, por medio de su ministro de Finanzas, aseguró gravará con un 15 % a productos de primera necesidad importados desde Norteamérica como pollo, trigo y maíz, y declaró que también gravará con el 10% a productos como soja, carne de cerdo, carne vacuna y frutas entre otros.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaun, convocó a varios miembros del gabinete del Palacio Nacional y anunció que se han realizado acciones para frenar el narcotráfico y aseguró que las conversaciones con Washington siguen abiertas para encontrar una solución.
Estas medidas abren una puerta a un conflicto comercial a gran escala que podría afectar la economía mundial.