El papa Francisco, que completa ya 14 días hospitalizado, pasó una buena noche el miércoles y amaneció descansado el jueves. Su condición, aunque sigue siendo crítica, no ha empeorado. Así se concluye del más reciente reporte del Vaticano.
Ha desayunado, continúa con el tratamiento prescrito por los médicos para el manejo de la neumonía bilateral y lo han sometido a más exámenes. Le mantienen la oxigenación y ha pasado varias horas en el sillón. Esos fueron los datos proporcionados por medios cercanos a la Santa Sede, como Vatican News.
Agregan que el estado de ánimo del pontífice argentino es bueno y que está informado sobre las múltiples iniciativas de oración en el mundo por su recuperación. Emocionado, conmovido, ha agradecido por el cariño y la generosidad de millones de personas.
El mundo, atento a la salud del papa Francisco
La noche del 26 de febrero, los doctores ya habían indicado que su santidad presentó una “ligera mejoría”, después de días de preocupación tras la descompensación que sufrió el sábado y que obligó incluso a realiazarle transfusiones de sangre.
Ahora, una reciente tomografía confirmó una “evolución normal del cuadro inflamatorio pulmonar”. Pese a todo lo anterior, el pronóstico del papa Francisco, de 88 años y con antecedentes delicados de salud, sigue siendo reservado. El mundo, por tanto, no para de orar por su pronta y completa recuperación.