El hospital Gemelli de Roma dio a conocer el más reciente parte médico donde informa que el santo padre presenta insuficiencia renal leve, que consiste en que los riñones no funcionan de forma adecuada y no filtra los líquidos adecuadamente.
El comunicado también anunció que no presenta problemas respiratorios graves, pero su estado de salud sigue siendo crítico.
Asimismo, al papa se le suministraron dos transfusiones de sangre debido a una trombocitopenia, asociada a una anemia. Esto ocurre cuando hay pérdida de plaquetas.
En los últimos análisis de laboratorio, el doctor Sergio Alfieri detectó una insuficiencia renal leve, la cual, según los galenos, está bajo control.
El papa sigue delicado
Frente al deterior de la salud del jerarca de la Iglesia católica, es claro que permanecerá hospitalizado por lo menos una semana más, con cuidado médico las 24 horas, y tratamiento farmacológico fuerte.
Estas características hacen que Francisco no esté fuera de peligro, debido en gran parte a su edad, 88 años, así como sus dolencias, su deterioro físico y orgánico.
Ante este pronóstico, el mundo católico se ha unido en oración para pedir por la pronta recuperación del papa Francisco.