Bogotá, 21 de febrero de 2025. Sin tapujos y con franqueza, el nuevo ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, se refirió al panorama actual de seguridad en Colombia, cuando asume una cartera en medio de varias crisis en regiones como el Catatumbo y Chocó.
Describió la situación que afronta el país como la de un “paciente en cuidados intensivos”, y fue enfático en afirmar que busca avances, más que simpatías políticas de un lado u otro.
“Indudablemente, para solucionar un problema hay que reconocerlo con crudeza, y estamos en una situación muy delicada. Vemos la situación del Catatumbo, con 50.000 personas desplazadas, un sinnúmero de muertos, y eso requiere una acción contundente, no solo del Ministerio de Defensa, sino de todo el Estado colombiano”, afirmó Sánchez en entrevista con Blu Radio.
Y no tuvo reparos en ser autocrítico. “El Gobierno tuvo una mano bondadosa con la paz total, buscando que los grupos armados ilegales se reincorporaran a la sociedad. Sin embargo, estos aprovecharon la oportunidad para fortalecerse y expandirse, mientras la Fuerza Pública reducía su ritmo operacional. Cuando la situación explotó, nos encontramos con un enemigo más fuerte y una capacidad de respuesta debilitada”, señaló el nuevo Mindefensa.
¿Qué viene en seguridad?
El nuevo Ministro de Defensa se refirió al plan que tiene en mente para la cartera. Habló de recurrir al poder blando y duro para combatir las economías ilícitas. Y se refirió, además, a depurar la institución.
“Hay que fortalecer la inteligencia, la contrainteligencia y la capacidad operativa de la Fuerza Pública. También es clave depurar la institución, porque no podemos permitir que existan criminales dentro de la Fuerza”, dijo.
No descartó los bombardeos a los grupos ilegales, que han despertado polémica. “Los bombardeos son una capacidad legal y estratégica. La Corte Constitucional ha dicho que en un conflicto armado es legal bombardear, emboscar o dar de baja a los enemigos. Sin embargo, entiendo las restricciones del comandante supremo de las Fuerzas Armadas y trabajaremos con los métodos más efectivos”, afirmó.
Y confesó que le pidió al presidente Petro que lo dejara ser “yo mismo”. Frente a ello, agregó: “No soy petrista ni pertenezco a ningún partido. La seguridad nacional no tiene color político, tiene un sentido patriótico”.
El nombramiento del general retirado Pedro Sánchez desató una andanada de críticas por tratarse de alguien proveniente del servicio activo. Una vez conocida esta designación, solicitó su retiro y sostiene que mantiene una buena relación con las Fuerzas Militares y de Policía.