En enero de 2026, Colombia asumirá un asiento como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero una pregunta domina la conversación diplomática: ¿podrá el presidente Gustavo Petro viajar a Nueva York para participar en la primera sesión, pese a estar incluido en la lista de sanciones de Estados Unidos y haber perdido su visa diplomática?
Durante un discurso reciente, Petro confirmó que planea estar presente en el histórico encuentro. “Colombia va a ser, desde el primero de enero, miembro del Consejo de Seguridad. Yo tendré el placer de volver a Nueva York, así no quiera recibirme por allá el gobierno federal”, dijo el mandatario, aludiendo directamente a la tensión con Washington.
La revocación de la visa diplomática de Petro y de varios miembros de su gabinete, incluida la canciller Rosa Villavicencio, se suma a su inclusión en la lista de la OFAC, también conocida como la “lista Clinton”, lo que restringe sus transacciones financieras y relaciones oficiales en territorio estadounidense.
¿Qué dice el derecho internacional?
De acuerdo con exfuncionarios de la Cancillería y expertos en derecho internacional consultados por el medio de comunicación El Tiempo, no hay impedimento jurídico para que Petro asista a las sesiones del Consejo de Seguridad.
“El presidente puede ir en su condición de jefe de Estado reconocido por las Naciones Unidas y asumir desde el 1 de enero de 2026, en nombre de Colombia, un puesto como miembro no permanente”, explicaron.
El respaldo legal proviene del Acuerdo de la Sede de la ONU de 1947, firmado entre Washington y la organización, en el que Estados Unidos se compromete a permitir el ingreso y tránsito de delegaciones oficiales que asistan a actividades diplomáticas, sin discriminar por razones políticas o personales.
Visa especial y movilidad restringida
Si el viaje se concreta, el presidente recibiría un visado especial limitado exclusivamente a sus actividades ante la ONU. Esto significa que su movilidad en Estados Unidos estaría restringida: podría llegar a Nueva York, hospedarse y asistir a las sesiones, pero no participar en eventos externos ni desplazarse libremente.
En el pasado, casos similares se han presentado con mandatarios y funcionarios de países sancionados como Irán, Cuba, Venezuela o Corea del Norte, quienes también recibieron visados condicionados para acudir a la sede de la organización. El ejemplo más recordado es el de Fidel Castro, que pudo asistir a la Asamblea General pese a su enfrentamiento con Washington.
Si Petro mantiene su intención de viajar, la Cancillería colombiana deberá tramitar la solicitud a través de la Misión Permanente ante la ONU, que coordina directamente con el Departamento de Estado estadounidense. Aunque estos procesos suelen resolverse en pocos días, el contexto político podría complicar la gestión.
Además, debido a las sanciones de la OFAC, podría requerirse una licencia especial que autorice los pagos asociados al viaje como hospedaje, transporte y seguridad, para evitar violaciones al régimen financiero de sanciones.












