En un informe detallado, el teniente Óscar Torres, director de la prisión de Cómbita, en Boyacá, dio a conocer la manera como se fugó Nelson Ocampo Morales, alias ‘el Diablo’, quien estaba cumpliendo una condena de 33 años por la muerte de la patrullera Paula Cristina Ortega.
Según el documento, la evasión se presentó en horas de la madrugada del domingo 19 de octubre debido a la afectación en la celda. De acuerdo con el documento, los guardias detectaron que faltaba la mitad de los barrotes de seguridad en una de las ventanas de la celda número 9, donde estaba Ocampo, quien es considerado como uno de los reclusos más peligrosos del penal.
Tras la inspección, según las autoridades, la fuga se produjo por dicha ventana donde alias ‘El Diablo’ utilizó unas cobijas para ocultarse antes de huir.
Según el informe conocido por Noticias RCN, el medio reveló que el hecho se conoció 50 minutos después al detectar que en la celda solo se encontraba uno de los penados, cuando deberían haber dos.
El documento advierte que los funcionarios alcanzaron a detectar la fuga, pues la celda está ubicada entre dos torres de vigilancia, y acto seguido se realizó el operativo que permitió la recaptura de uno de los compañeros de alias ‘el Diablo’.
De acuerdo con el documento dado por el director Torres, allí detalla la manera en que se dio la fuga:
“Entre los patios 2 y 4 observo una silueta de una persona privada de la libertad; lo cual doy aviso vía radial a los funcionarios de servicios de las garitas dos, tres y cuatro (…). Se observa un segundo PPL con prendas de vestir negras corriendo en el área de posteriores hacia el patio 3”, se lee en el informe.
Fallas en la seguridad
De acuerdo con el documento dado por el director de la cárcel, el último turno de guardias que ingresó a la medianoche no revisó la totalidad de los presos. Además, reiteró que esta labor tiene dificultades por la hora y las condiciones de la prisión.
“Es imposible verificar la presencia de todos los internos dado que estos están cubiertos por cobijas”, argumentó.
Incluso uno de los guardianes culpó a uno de los perros de seguridad de la prisión por la fuga de alias El Diablo, perteneciente a las disidencias de las Farc.
“Le pregunté: ‘¿Qué pasó?’, y me refiere: ‘Mi cabo, se fue al bosque y el perro no hizo nada’”.
Estas faltas, junto con el informe, son materia de investigación para establecer las responsabilidades en este caso y evaluar la seguridad de uno de los penales de máxima seguridad del país.













