La Corte Suprema de Brasil impuso este martes duras penas de prisión a siete personas acusadas de participar en la tentativa de golpe de Estado impulsada por el expresidente Jair Bolsonaro, luego de su derrota en las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva.
Las condenas, que oscilan entre 7 y 17 años de cárcel, recayeron sobre cinco militares, un policía federal y el presidente de un instituto de auditoría electoral, señalados de haber difundido desinformación sobre el sistema electrónico de votación a través de las llamadas “milicias digitales”. Según el juez relator Alexandre de Moraes, los implicados “fabricaron y propagaron narrativas falsas con el fin de generar caos social e inestabilidad política para favorecer una ruptura institucional”.
El alto tribunal ya había sentenciado en septiembre a Bolsonaro a 27 años de prisión por liderar una organización criminal destinada a mantenerse en el poder mediante la manipulación de información y el uso de fuerzas armadas. El expresidente, actualmente en prisión domiciliaria, tiene prohibido pronunciarse en redes sociales mientras su defensa prepara una apelación.
Durante este proceso, Estados Unidos sancionó a la esposa del juez Moraes y bloqueó una empresa familiar, lo que provocó tensiones diplomáticas y críticas de figuras como Donald Trump, quien calificó las decisiones judiciales contra Bolsonaro como una “caza de brujas”.
La Corte Suprema de Brasil deberá publicar en los próximos 60 días el documento final con las deliberaciones del juicio, tras lo cual las defensas contarán con cinco días para presentar recursos. Además, el tribunal aún debe decidir el futuro judicial de otros 16 acusados vinculados a los hechos del 8 de enero de 2023, cuando simpatizantes bolsonaristas intentaron tomar las sedes de los poderes públicos en Brasilia.
El Congreso, por su parte, debate un proyecto de ley de amnistía que podría beneficiar a Bolsonaro y a los demás condenados por la asonada, aunque su aprobación enfrenta una fuerte división política.












