Durante la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Estados Unidos lanzó duras críticas contra el presidente Gustavo Petro y su Gobierno. El embajador estadounidense Mike Waltz señaló que la administración colombiana estaría “socavando los avances hacia una paz duradera” y recurriendo a lo que calificó como una “retórica incendiaria” en escenarios internacionales.
La declaración se dio en el marco de la presentación del informe trimestral de la Misión de Verificación en Colombia, a cargo de Miroslav Jenča, quien recientemente asumió la jefatura del organismo tras el relevo de Carlos Ruiz Massieu.
Mandato de la Misión de la ONU bajo la lupa
El embajador Waltz fue enfático en que el mandato de la misión, creado inicialmente para verificar la desmovilización de las antiguas Farc, ha terminado expandiéndose hacia lo que definió como “prioridades políticas excesivas”, aludiendo a la justicia transicional y al acompañamiento a comunidades étnicas.
“Estados Unidos está evaluando cuidadosamente si esta misión aún justifica el apoyo del Consejo de Seguridad. La decisión dependerá de su verdadera contribución a la paz y la seguridad en Colombia”, advirtió el diplomático.
La declaración supone un llamado de atención directo, ya que la renovación del mandato de la Misión de la ONU se votará a finales de este mes. Su continuidad es esencial para supervisar la reincorporación de excombatientes, las garantías de seguridad, la implementación de sanciones propias, el avance en la reforma rural integral y el cumplimiento del capítulo étnico del Acuerdo de Paz.
Informe de la Misión: tensiones políticas y violencia en regiones
Por su parte, Miroslav Jenča presentó su primer informe como jefe de la misión en Colombia. El diplomático advirtió sobre un escenario cada vez más complejo:
- Incremento de la polarización política en el marco de las elecciones nacionales.
- Restricciones fiscales que limitan la financiación de los programas de paz.
- Persistencia de la violencia en varias zonas del país, lo que ha generado llamados urgentes a reforzar la seguridad y la protección de comunidades.
“El panorama actual exige redoblar esfuerzos para consolidar los avances alcanzados y proteger a las comunidades más vulnerables”, enfatizó Jenča.
Una relación bilateral bajo tensión
El cruce de declaraciones revela una nueva fricción en la relación entre Washington y Bogotá. Mientras Estados Unidos exige garantías claras de que la misión se enfoque en lo que considera “objetivos esenciales”, el Gobierno de Petro ha defendido una visión más amplia de la paz, que incluye temas de justicia social, étnica y ambiental.
El debate sobre el futuro del mandato será decisivo no solo para la Misión de Verificación de la ONU, sino también para la implementación integral del Acuerdo de Paz en Colombia, que atraviesa un momento crítico.