El caso de la desaparición de Valeria Afanador, de 10 años, en inmediaciones al Colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, en Cajicá, tiene interrogantes por resolver. Su padre, Manuel Afanador, aseguró que el cuerpo de la niña presentaba dos golpes visibles. Además, denunció inconsistencias en el examen forense.
El padre de la menor, en entrevista con la serie de Relatos al Límite, nombró lo que considera como inconsistencias en el proceso de búsqueda y la presunta omisión en las acciones del colegio al enterarse de la desaparición de Valeria.
“En ese informe preliminar se encontró agua en sus pulmones, una laceración en la mano derecha y un morado en el tórax. Esas lesiones no las tenía cuando la dejamos en el colegio”, recordó el padre de Valeria.
¿Hubo inconsistencias en el examen de Medicina Legal?
La familia de Valeria recalcó que estuvo presente en la búsqueda de su hija con las unidades de socorro, bomberos de Cundinamarca y Defensa Civil. Pese a los esfuerzos en la búsqueda, recordó, el hallazgo del cuerpo se dio 18 días después, a 200 metros del colegio, lo que, según él, no tiene explicación.
“Pasamos por esa zona 100 veces, con más de 200 personas diarias. No tiene lógica que aparezca allí después de 18 días”, sentenció.
Otra de las irregularidades que cree Afanador se cometió con su hija fue el dictamen forense. Según el informe oficial, la menor habría muerto por ahogamiento en el río Frío, pero el examen indicó, según insistió el padre, que el informe señalaba presencia de agua de pantano en su organismo, lo que no correspondería al lugar donde la encontraron.
“Una cosa es un pantano y otra un río vivo como el río Frío. Para nosotros Valeria no estaba allí desde el primer momento”, explicó el padre y pidió a la Fiscalía que investigue a profundidad.
A partir de estas inconsistencias, Manuel Afanador cree que su hija no salió sola del plantel educativo y lo afirma con las imágenes de las cámaras de seguridad, donde se ve cuando la menor se acerca a una zona de rejas con jardín. “Mi hipótesis desde el día uno es que Valeria no salió sola. Conocía a mi hija y sé que no se iba a meter al río ni a pasar por debajo de una reja. Algo o alguien la llamó”, declaró.
Finalmente, comentó que no ha habido un avance significativo en el proceso y que todavía no hay claridad sobre si hay responsables en la muerte de su pequeña.
“Sentimos que hay mucho trabajo, pero no se unen las piezas. Es decepcionante no ver resultados concretos en medio de nuestro dolor”, puntualizó Manuel Afanador.











