En medio de una efusiva romería, el expresidente Álvaro Uribe Vélez selló su regreso a la libertad en Sabaneta, Antioquia, el municipio que escogió para hacer su primera salida de la finca de Rionegro, donde se encontraba recluido.
Arengas y aplausos, se escuchaban al unísono, mientras el exmandatario hacía una entrada casi triunfante y saludaba con una sonrisa a la multitud.
Desde una tienda, dio un discurso corto y contundente que deja clara su reafirmación como opositor del Gobierno, en coherencia con la frase que ha repetido en la últimas horas: “Cada minuto de mi libertad lo dedicaré a la libertad de Colombia”.
Con un enérgico discurso, como en los viejos tiempos, dejó claro que se moverá con fiereza durante estos días en libertad, en el ruedo preelectoral. “Cuando me contaron sobre el resultado de esa tutela, yo dije: tan pronto me entreguen la boleta, nos vamos para las calles de la patria”, dijo.
Y envió un mensaje a quienes lo llaman extremista. “¿Ustedes creen que rescatar la libertad de los ciudadanos con seguridad es extremismo o es sentido común democrático?”, cuestionó.
Finalmente, anunció que el sábado, 23 de agosto, presidirá un acto público en Bogotá, desde el lugar donde atentaron contra el precandidato del Centro Democrático Miguel Uribe Turbay.
El exmandatario también asistió a una misa en la Iglesia María Auxiliadora del municipio de Sabaneta, donde compartió con los fieles, al término de la eucaristía.