Bogotá, 13 de febrero de 2025. Se destapan líos con la justicia del designado ministro de Trabajo, Antonio Sanguino. La Fiscalía le imputó cargos el año pasado por hechos ocurridos cuando fue concejal, en el 2008. Se le señala de haber ejercido presión e influencia para beneficiar a una cuota política en el Hospital de Usme.
El también exsenador fue acusado de los delitos de tráfico de influencias e interés indebido en la celebración de contratos, en octubre de 2024. Así las cosas, podría ser llamado a audiencia en los próximos días para definir si iría o no a juicio.
Sin embargo, el nuevo ministro de Trabajo se defendió a través de X. “16 años después, cuando además los hechos han prescrito legalmente, mediante maniobras jurídicas evidentemente equivocadas, se pretende forzar una acusación desconociendo principios fundamentales como el debido proceso”, afirmó.
Y agregó que adelantará acciones frente al caso y que no está impedido para asumir las riendas del Ministerio de Trabajo. “Hasta este momento no he sido notificado de acusación alguna y, de ocurrir, de inmediato mi defensa presentará las solicitudes de preclusión y nulidad correspondientes, que proceden en este caso y que no impiden mi ejercicio público”.
Explicó que, en su momento, fue investigado por la Corte Suprema, sin que se formularan cargos en su contra. Vale recordar que la Fiscalía asumió la investigación en el año 2011.
El escrito de acusación de la Fiscalía fue radicado en enero de 2025. A Sanguino se le señala de haber participado en un entramado de corrupción para beneficiarse de la contratación en el Hospital de Usme, con el entonces alcalde Samuel Moreno, protagonista del llamado Carrusel de la Contratación.