El equipo periodístico de ‘Hablemos Bogotá’, del Canal Capital, viajó a las entrañas de la ciudad para descubrir las historias impactantes de los habitantes de calle que viven enterrados vivos, ocultos bajo las sombras, en caños y alcantarillas.
En un desgarrador informe, el programa reveló historias como las de María, quien lleva cerca de una década sobreviviendo dentro de un hueco, en medio de un túnel oscuro y al lado de un caño que amenaza con ahogarla cada vez que llueve.
Así mismo, descubrieron el drama de un adulto mayor que, pese a sus problemas pulmonares, duerme sobre una cama mojada, a la entrada de un riachuelo. Y el de una mujer trans, indígena y chef, que se convirtió en la cocinera de otros sintecho como ella.
Según las autoridades, en Bogotá hay cerca de 10.500 habitantes de calle, lo que significa un crecimiento del 10 por ciento respecto a años anteriores. De igual manera, se ha establecido que nueve de cada diez personas en esta condición son hombres y que, por fortuna, no hay niños viviendo en andenes ni puentes.
Llama la atención el número de migrantes, particularmente venezolanos, que han caído en la mendicidad. Son alrededor del 10 por ciento del total de esta población. Además, el tema se ha movido de sectores tradicionales como el centro a zonas más hacia el occicente, como la localidade de Kennedy.
ONG como El Banquete del Bronx hacen un llamado a la solidaridad y a abordar la problemática desde una mirada de salud pública, no solamente como un asunto de seguridad y orden público. Y es que quienes sobrevivien en la Bogotá Subterránea son seres humanos, hijos, padres y hermanos que, por conflictos familiares, pobreza o consumo de drogas, terminaron en el infierno y necesitan ayuda.