Un local que funcionaba como taberna escondía, de puertas para adentro, un terrible negocio que involucraba a decenas de mujeres menores de edad, quienes eran obligadas a ejercer la prostitución. De acuerdo con las autoridades, la banda que operaba en el bar llevaba en funcionamiento dos años.
La Policía detectó, por medio de una ardua labor de seguimientos, cómo operaba la banda, la cual secuestraba a niñas y mujeres jóvenes, quienes eran contactadas por Facebook y WhatsApp. Después, les ofrecían presuntos puestos de trabajo como meseras o ayudantes en el aseo del bar.
Ya en el lugar, las mujeres eran despojadas de sus objetos de valor y sus documentos, para luego amenazarlas y someterlas a actos sexuales degradantes como una antesala de lo que les esperaba en ese lugar.
Una madre denunció lo que le ocurrió a su hija
En una entrevista dada a Noticias RCN, la madre de una de las menores afectadas dio su testimonio y contó la manera en que su hija fue engañada, ultrajada y obligada a prostituirse.
“Mami, el trabajo donde yo fui no fue para trabajar de mesera, allí me prostituyeron. Allí me obligaron a acostarme con muchos hombres”, aseguró la menor al contarle a su mamá.
Aunque la joven intentó defenderse y luego escapar, fue alcanzada por sus agresores, quienes la amenazaron con arma de fuego.
“Usted de aquí no sale. Si no hace lo que le decimos, sale muerta”, aseguró la madre de la mujer afectada.
La manera en que se enteró fue gracias a que su hija logró escapar. “Afortunadamente, logró huir cuando fue obligada a salir con uno de los clientes del establecimiento”, relató la mamá de la víctima.
Así operaba la red de explotación
De acuerdo con las investigaciones de las autoridades, ocho meses fueron necesarios para identificar cómo operaba la banda delincuencial. Alias ‘Richi, de 48 años, era el líder de la organización y presuntamente dueño del bar, apoyado por alias Jessica, de 34 años, quien según la Policía era la encargada de manejar la caja; alias Fuyol, de 34 años, quien ofrecía seguridad; y alias La Mona, de 38 años, quien era la encargada de reclutar y convencer a las menores.
De acuerdo con los primeros reportes, la banda obtenía, producto de la explotación sexual, 100.000 millones de pesos al mes y cada víctima era sometida a realizar, por lo menos, cinco servicios sexuales cada día.
Indignación de afectadas por libertad de la banda criminal
El pasado 8 de julio, las autoridades lograron la captura de los miembros de la banda, quienes se encontraban en diferentes localidades como Ciudad Bolívar, Chapinero, Bosa y Barrios Unidos. Pese al material testimonial, un juez los dejó en libertad por falta de motivos y ausencia de documentación al momento de la captura.
La madre de una de las afectadas expresó su indignación y apeló la decisión. No obstante, la respuesta podría durar varios meses, por lo que las víctimas aseguran sentirse desprotegidas y olvidadas por la ley, por lo que piden justicia.











