Con un mensaje entre el agradecimiento y las pullas, el presidente Gustavo Petro dijo adiós, a través de la red social X, a una de sus funcionarias más cercanas, por quien se batió como un León con gente de la entraña del progresismo.
Se trata de la canciller Laura Sarabia, quien presentó este jueves su carta de renuncia al cargo por decisiones recientes del presidente, que según afirma, no puede acompañar “por coherencia personal y respeto institucional”.
El mandatario dejó claro que aceptó la renuncia de quien fuera su escudera y agradeció su trabajo. “Deseo a Laura Sarabia la mejor de las suertes. Creo que fue vital en la campaña por su orden y disciplina
estuvo siempre y firme en el equipo de acción al que pertenecía, yo como orador y candidato, ella como hormiguita organizadora”, escribió.
También destacó su “inteligencia” para desempeñar sus roles en el Gobierno y su “mente rápida”. Sin embargo, dejó algunas dudas al hablar de “codicia”.
“Hay que poner el corazón en los mas pobres, en lo justo, nunca dejarse conquistar por la codicia. La codicia es la enemiga de la revolución y de la vida”, señaló.
Finalmente, expresó que espera que Laura “sea una mejor mujer de la que era cuando me conoció”. Y finiquitó su despedida con una frase célebre: “Buen viento y buena mar”.
Así las cosas, Armando Benedetti y Alfredo Saade se perfilan como los brazos del presidente en la recta final de su gobierno. Sus recientes movidas dejan claro que son ellos dos quienes le hablan al oído, y que este pulso lo habría perdido Laura Sarabia.