Expertos advirtieron que Colombia estaría abocada a una crisis energética, que pondría en riesgo la estabilidad de sistema, así como la prestación del servicio a los usuarios. Así lo expresaron enel taller ¿Para dónde va el sector energético en Colombia?, realizado en Bogotá con el acompañamiento de la Asociación de Periodistas Económicos (APE), en el que analizaron los desafíos y retos de cara al 2026.
El fantasma del racionamiento sigue presente. De acuerdo con el exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, nuestra matriz, que si bien es una de las más limpias por la alta participación de la energía hidráulica en la generación, representa una gran vulnerabilidad para el sistema. “Tenemos un riesgo inmanente de racionamiento de energía cuando tenemos la carga de la matriz concentrada sólo en generación hidráulica, pues esta que depende de las condiciones climáticas extremas como el Fenómeno de El Niño” dijo Acosta.
Por otra parte para el también exministro de Minas y Energía, Tomás González, la señales que están recibiendo los inversionistas son complejas en relación con los anuncios del gobierno nacional que no han sido efectivos, y frente a decisiones en materia regulatoria y legal que estarían minando la confianza de la inversión y por consiguiente su crecimiento.
Temas como el pacto para bajar tarifas que no cumplió su propósito y terminó afectando la
distribución y comercialización, la intromisión en las funciones de la CREG, la modificación
del reglamento de la Comisión para adaptarlo a los intereses del gobierno, la declaración de
emergencia económica en La Guajira (que fue tumbada por la Corte Constitucional) que
establecía que los proyectos de la zona debían comprar energía en bolsa sin siquiera estar
activos, han venido frenando la inversión, asegura el experto.
“Tenemos cuatro años y medio de retraso en proyectos que debían entrar en operación
entre este y el otro año. El año pasado solo se consiguió la mitad de energía en firme que
necesitamos. No se sabe cuánta energía se puede tener y se ven problemas en 2026, 2027
y 2028, están muy apretados y los faltantes empiezan a crecer, llegando a ser más
problemáticos en 2028” señaló González.
Esta situación se suma a la falta de empresas interesadas hoy en día en presentarse a
licitaciones del sector o iniciar nuevos proyectos es una muestra clara de que no hay interés actualmente en invertir en el país.
Adicionalmente, aún se registra una alta deuda de cerca de 5,9 billones de pesos por parte del gobierno a las empresas del sector, lo que podría llevar al país a un apagón financiero, según González.
¿Qué pasa con las energías no convencionales?
El exministro Amylkar Acosta se refirió a los mitos y realidades del sector energético, como pensar que la transición energética es lograr que gran parte de la generación se soporte en
Fuentes No Convencionales de Energías Renovables (FNCER) por su alta intermitencia y la característica, en el caso de la solar y eólica, de ser fuentes contra cíclicas.
“El mundo ya está empezando a hablar no de transición sino de adición energética. El
mensaje es adicionar capacidades de disponibilidad de energía para tener
complementariedad en el sistema. Las FNCER están llamadas a servir de respaldo y
viceversa. Sería impensable garantizar firmeza si no cuentan con un respaldo” señaló el
exministro Acosta, quien agregó, además, que estas nuevas fuentes no garantizan que las
tarifas sean bajas.
Acosta advirtió además sobre la insuficiente capacidad que hay actualmente para
transportar la energía y hacer la interconexión, pues los grandes proyectos como Colectora
siguen retrasados. También señaló que lo que hoy se llama ‘demanda no atendida’, es en
realidad un racionamiento que se ha venido disfrazando de mantenimiento y que ha
golpeado fuertemente al Caribe colombiano.
“El país está andando por la cornisa y el atraso en los proyectos energéticos tiene un impacto en el desarrollo de otros proyectos o industrias, pues no hay energía suficiente para cubrir la demanda” agregó Acosta, quien aseguró que en gran medida los retrasos se deben a la falta de licenciamiento ambiental. El sector está siendo llevado a una especie de crisis inducida” concluyó el exministro Acosta.
¿Cuáles son las soluciones?
Para el exministro y director de CREE, Tomás González, el país hizo la tarea bien en los
últimos 30 años, logrando incluso un modelo regulatorio y de mercado que fue ejemplo en
el mundo. Ante la falta de claridad y acción, y los inminentes riesgos que hay en el sector,
González proponer 5 líneas de acción para lograr revertir la crisis del sector:
1. Asegurar los proyectos de expansión de la oferta—evitar los problemas de suministro y
acotar los problemas de precios.
2.Retomar los principios de regulación técnica del sector—señales de inversión.
3.Pagar la deuda con las empresas comercializadoras—evitar un apagón financiero.
4.Darle una solución definitiva a la prestación del servicio en el Caribe—prestador y cierre
tarifario.
5.Replantear la transición energética para darle realismo y credibilidad—metas, sector
privado y adaptación.