La violencia no cesa en la región del Catatumbo por los constantes enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las Farc. La emergencia humanitaria se ha recrudecido en las últimas horas, con la llegada de 933 personas desplazadas al municipio de Ocaña.
Se trata de 279 familias, que han tenido que abandonar sus tierras, en medio del fuego cruzado, para salvaguardar su vida.
Frente a este nuevo desplazamiento, el personero de Ocaña, Jorge Bohórquez, hizo un llamado a los actores armados ilegales para que desescalen del conflicto. También propuso la necesidad de acercamientos que conduzcan a acciones de paz.
A su vez, la Comisión Diocesana de Reconciliación de Ocaña pidió el cese de hostilidades, pues los constantes ataques amenazan a la población civil, precarizan la economía de la región y afectan la prestación de algunos servicios.
Debido a esta emergencia humanitaria, la Cruz Roja Colombiana y la Organización Internacional para las Migraciones desarrollarán una jornada para la entrega de ayuda humanitaria a las familias desplazadas provenientes del Cerro de las Flores y Quebrada de la Esperanza, zona rural de Ocaña.
La ciudadanía pide acciones urgentes por parte del Gobierno Nacional para que estas personas desplazadas puedan retornar a sus hogares y la población en general pueda vivir sin miedo.
Desde el pasado mes de enero, el Catatumbo ha sido epicentro de una guerra entre ELN y disidencias de las Farc, que ha causado una de las peores emergencias humanitarias que ha vivido el país, con más de 60.000 desplazados.