Bogotá, 20 de enero de 2025. Cúcuta no da abasto en la acogida a los ríos humanos que llegan a la ciudad en una de las crisis humanitarias más graves que ha vivido Colombia por cuenta de la disputa violenta entre ELN y disidencias de las Farc en la región del Catatumbo, que ya cumple cuatro días. Sólo la capital nortesantandereana ha recibido a 8.270 personas, de acuerdo con el reporte entregado por el alcalde Jorge Acevedo este fin de semana. Sin contar a quienes se encuentran en Ocaña y Tibú, que serían más de 3000.
“La gente en volquetas sigue llegando del Catatumbo (…) Pedimos la solidaridad de los cucuteños; nos han ayudado mucho, pero necesitamos más productos como pañales, útiles de aseo, teteros para los niños. Pueden hacer unos mercaditos y traerlos”, señaló el alcalde de Cúcuta, mientras recibía una de las caravanas provenientes de Tibú.
Aunque el presidente Gustavo Petro declararía el estado de conmoción interior tras su visita al municipio de Tibú el pasado viernes 17 de enero, para decretar medidas extraordinarias en la zona, la crisis no cede y los grupos armados involucrados, no dan marcha atrás.
“Los municipios más afectados por esta situación son Teorama, San Calixto, Tibú, El Tarra, Convención y Hacarí. Según los datos que hemos recogido, en sólo cuatro días se reportan 11.000 personas desplazadas y pueden ser muchas más (…) Continúan los secuestros y el amedrentamiento general contra la población civil”, señaló la defensora Iris Marín, en lo que llamó la crisis humanitaria más grave que ha enfrentado el Catatumbo.
Señaló, además, que los albergues dispuestos son insuficientes y que se requiere fortalecer la respuesta institucional bajo los principios de coordinación del Sistema de Atención a Víctimas, así como ampliar la capacidad de Medicina Legal para realizar las necropsias de los cuerpos que se han podido extraer. De acuerdo con el reciente reporte oficial, más de 80 personas han sido asesinadas, aunque se habla de un subregistro, pues los pobladores afirman que los muertos se cuentan por montones.
La Defensoría pidió también, disponer corredores humanitarios, en aras de brindar garantías a la población civil para la evacuación de las personas en riesgo, permitir el acceso a alimentos y recuperar los cuerpos de los habitantes que han muerto por causa de la guerra, con el fin de permitir el duelo de sus familias y evitar que se conviertan en personas desaparecidas.
Hoy, la Defensora del Pueblo Iris @MarnIris estuvo en Ocaña, Norte de Santander, para hacer seguimiento a la crisis humanitaria en el Catatumbo a causa del conflicto armado en la región.
— Defensoría del Pueblo (@DefensoriaCol) January 20, 2025
En 4 días se han reportado al menos 11.000 personas desplazadas en Tibú, Ocaña y Cúcuta.… pic.twitter.com/dnoDFmGR8S
ELN y disidencias de las Farc no dan marcha atrás
En un reciente comunicado atribuido al ELN, este grupo reconoció su responsabilidad en el asesinato de los siete firmantes de paz en el Catatumbo y los señaló de ser miembros activos de las milicias. Igualmente, confirmaron que continúa su ofensiva contra el frente 33 de las disidencias de las Farc y les pide entregarse y rendirse. Conminaron también al Gobierno a firmar y ejecutar el llamado Pacto Territorial por el Catatumbo.
Por su parte, las disidencias de las Farc, en un comunicado que circula en redes sociales, sostuvieron que no se dejarán quebrar por lo que denominaron “ataques a traición del ELN” en su contra y expresaron que no quedarán impunes.
Habitantes del Catatumbo piden paz
En Tibú, centenares de personas se tomaron las calles este lunes para pedir el fin de los combates de los grupos armados involucrados en la escalada violenta, y exigir respeto por la población civil.
Por otra parte, Centrales Eléctricas, la empresa de energía de Norte de Santander, informó a través de un comunicado, que el servicio de luz se está prestando de manera restringida en las zonas más afectadas por los enfrentamientos, para no arriesgar la seguridad de sus trabajadores.
Vale recordar que, en el año 2018, el Catatumbo también sufrió una profunda crisis por la disputa territorial entre el ELN y el EPL, que paralizó el transporte y la distribución de alimentos y medicamentos. A finales de los años 90, se presentó otra situación álgida en la zona por la incursión de grupos paramilitares, que se enfrentaron a la guerrilla en varios municipios.