En un operativo conjunto liderado por la Alcaldía Local de Chapinero, la Secretaría de Ambiente y la Policía de Bogotá, fueron cerrados nuevamente dos bares en la zona rosa del norte de la ciudad. Los establecimientos, que ya habían sido sellados por generar ruido por encima de los límites legales, reabrieron sus puertas sin autorización y sin cumplir con los requisitos exigidos por las autoridades ambientales.
Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana, 7 y 8 de junio, cuando durante una jornada de inspección las autoridades encontraron que los bares operaban de manera irregular, afectando la tranquilidad de los residentes en el sector de la calle 84 y 85.
Bares reabrieron sin cumplir medidas de insonorización
Según información oficial de la Secretaría de Ambiente, los bares ignoraron las medidas de sellamiento previamente impuestas, retomando su actividad comercial sin realizar las adecuaciones necesarias para mitigar el ruido. “Los bares que habían sido sellados en Chapinero por incumplir la norma de ruido reabrieron sus puertas sin adoptar las medidas exigidas”, aseguró Adriana Soto, secretaria de Ambiente de Bogotá.
Uno de los establecimientos reincidentes es ‘El Andén Cantina’, al que ya se le había exigido instalar medidas de insonorización. A pesar del requerimiento y del sello de prohibición, el bar continuó operando. Por esta infracción, se le impuso un nuevo comparendo por desacato a la autoridad y se ordenó su cierre durante cuatro días.
El segundo caso corresponde al bar ‘Canalla’, que no solo reabrió sin autorización, sino que además cambió su nombre a ‘Cretina’ y modificó su administración. Sin embargo, como aclararon las autoridades, estos cambios no eximen al establecimiento de cumplir las normativas ambientales ni lo liberan del sellamiento previamente impuesto. Al igual que en el caso anterior, se aplicaron medidas preventivas hasta verificar que se implementen las condiciones exigidas.
Autoridades intensifican controles para proteger la convivencia
La alcaldesa local de Chapinero, Alexandra Mejía Guzmán, explicó que estos operativos no son acciones aisladas, sino parte de una estrategia para garantizar la convivencia en la localidad: “Buscamos proteger a quienes sí cumplen con las normas y preservar la calidad de vida en nuestros barrios”.
Las autoridades reiteraron que continuarán con los controles a bares y discotecas que incumplan los límites de ruido y alteren la tranquilidad de la comunidad. Se espera que nuevas sanciones ejemplarizantes refuercen el respeto por la normatividad ambiental en la capital.