El papa León XIV participó en una de las ceremonias más tradicionales del catolicismo: la toma de posesión de la Cátedra de Roma, en la que la Ciudad Eterna le da la bienvenida a su nuevo obispo.
“Cristiano como ustedes y obispo para ustedes”, expresó el sumo pontífice en la Basílica de San Juan de Letrán, donde se llevó a cabo la celebración eucarística.
Como todo lo del catolicismo, el acto de posesión estuvo cargado de simbología. Antes de la santa misa, el santo padre recibió un homenaje de parte del alcalde de Roma, Roberto Gualtieri.
El papa pronunció un discurso en el que agradeció al mandatario de la ciudad y a toda la administración, y reconoció la colaboración entre Iglesia y autoridades civiles en la construcción de una sociedad más justa y fraterna.
El Papa hizo un llamado a que Roma no solo brille por su patrimonio histórico y artístico, sino también por sus valores humanos y su civilización inspirada en el Evangelio. “Soy romano, como ustedes”, expresó. Y agregó que “el ministerio de pastor es una responsabilidad grave pero apasionante”.
El papa entregó un cáliz como obsequio a la Basílica de San Juan de Letrán, como un recordatorio de su posesión como obispo de Roma. “También yo quisiera expresarles todo mi afecto, con el deseo de compartir con ustedes, en el camino común, alegrías y dolores, fatigas y esperanzas”, señaló.
Los mensajes del papa León
Durante la homilía, el papa León volvió a recordar a su antecesor Francisco al aludir a la dimensión materna de la iglesia Católica y enfatizó en el amparo permanente de Dios a la humanidad.
“El Espíritu nos sostiene y nos indica el camino a seguir, enseñándonos y recordándonos todo lo que Jesús dijo (…) También el Evangelio nos reitera este mensaje (cf. Jn 14,23-29), diciéndonos que, en las decisiones de la vida no estamos solos”, afirmó.
E invitó a mantenerse con fidelidad ante la presencia del Padre. “La comunión se construye ante todo de rodillas”, en la oración y en un continuo compromiso de conversión”, dijo.
Más temprano, el pontífice había dejado varios mensajes sobre el evangelio de este domingo. “Al mirar nuestro llamado, cada uno de nosotros pueda decir con confianza: aunque soy frágil, el Señor no se avergüenza de mi humanidad, al contrario, viene a habitar dentro de mí. Él me acompaña con su Espíritu, me ilumina y me convierte en instrumento de su amor para los demás”, expresó.
Así mismo, en su cuenta de X agradeció el afecto de la feligresía durante sus pocos días de pontificado y, al igual que Francisco, pidió oraciones que lo sostengan en su misión.