Un pollo -pero no cualquier pollo- tiene enfrentados a Colombia y España. Se trata de una de las marcas y restaurantes más queridos por los colombianos: Frisby.
Sorpresivamente, en España, apareció casi que un doble del pollo colombiano. Un negocio que usa el mismo nombre y hasta la identidad visual del emblemático Frisby.
La empresa colombiana alertó en redes sociales sobre lo que considera una suplantación. “Rechazamos cualquier intento de terceros no autorizados de aprovecharse de la reputación de nuestra marca”, advirtió Frisby S.A. BIC, señalando que ya explora acciones legales para defender su propiedad intelectual”, afirmaron en un comunicado.
Sin embargo, la emergente y cuestionada marca española respondió al estilo de Pilatos: lavándose las manos. “Frisby España es el titular exclusivo y legalmente registrado de la marca FRISBY en la Unión Europea”, aseguran. Y agregan: “Consideramos impropio calificar como ‘uso indebido’ una operación plenamente registrada, desarrollada con seriedad y visión a largo plazo”.
Al parecer, la empresa colombiana omitió el detalle de hacer un registro que garantizará protección internacional a su marca. Y apareció alguien que se aprovechó de esta buena fe.
Disgusto entre los colombianos
El debate en redes sociales está que arde, entre el humor y el enojo. Los colombianos se han pronunciado en masa.
“Que se roben la marca de frisby en España es un motivo para declararle la guerra a la Unión Europea”, dice Sebastián.
Por su parte, Katla lanza este dardo: “Esos españoles solo vienen a robar. Primero el oro, luego frisby. Poca identidad”.
Y otros como Juan Daniel dicen que están con las botas puestas. “Lo de Frisby me alborotó el nacionalismo, estoy que me voy a prestar servicio militar y todo”.
Otros, aún escépticos, dicen que se trata de una campaña publicitaria o estrategia de marketing.
Esta pelea apenas comienza, y ya hay un grupo de cibernautas que se han propuesto tumbarle la cuenta al homónimo.
La empresa colombiana Frisby también anunció acciones. Esta disputa, al parecer, aún tiene un camino largo.