Este sábado 3 de mayo se conoció otro trágico hecho que vincula el asesinato de otro uniformado. Se trata del subintendente de la Policía Nacional Darío Londoño, de 38 años, quien se encontraba de vacaciones compartiendo con su familia, en el corregimiento de Córdoba, en Antioquia.
La información recopilada por las autoridades sugiere que el uniformado se encontraba de licencia en el municipio de Sopetran cuando hombres fuertemente armados ingresaron de manera violenta hasta la vivienda donde estaba el subintendente. Luego, amedrentaron a la familia y procedieron a acribillar al agente ante la mirada de su esposa e hijos.
Con este asesinato ya son 32 los miembros de la fuerza pública, entre policías y militares, que han perdido la vida en los últimos 16 días. Según el director general de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, estos atentados se deben a una fuerte ofensiva que está realizando el Clan del Golfo en contra de la fuerza pública y que el grupo criminal ha denominado plan pistola.
Otra de las características de estos ataques sicariales es que las víctimas estaban desarmadas y en su jornada de descanso. Por ello, el general de la Policía ha dado instrucciones precisas para que los uniformados que se encuentren de permiso o cumpliendo su tiempo de vacaciones se incorporen, cuanto antes, al servicio.
Finalmente, autorizó para que los policiales puedan llevar su arma de dotación así estén fuera de servicio. Esta orden reevalúa la norma que indica que el uniformado debe dejar su arma en su respectiva estación después de finalizar su turno.
Según Triana, esta nueva estrategia busca brindar más seguridad a los policiales, pues la mayoría de los atentados se realizaron cuando los uniformados estaban sin su arma de dotación y en horas de descanso, lo que incrementó su vulnerabilidad.