La monja brasileña Inah Canabarro Lucas, reconocida como la persona más longeva del mundo, falleció este miércoles 30 de abril de 2025 a los 116 años de edad, según confirmó la Congregación de las Hermanas Teresianas, comunidad religiosa donde residía en el estado de Río Grande del Sur.
Nacida el 8 de junio de 1908 en São Francisco de Assis, la hermana Inah fue validada como la persona más anciana del planeta por el Grupo de Investigación Gerontológica (GRG) y la organización internacional LongeviQuest, tras la muerte de la japonesa Tomiko Itooka, también de 116 años.
Una vida dedicada a la fe y al servicio
La historia de la hermana Inah Canabarro Lucas es símbolo de fe, dedicación y longevidad. A pesar de haber sido una niña con salud frágil, logró superar todos los pronósticos médicos y consagró más de un siglo de su vida al servicio religioso y comunitario.
“La longevidad de la hermana Inah es una inspiración. Su historia conecta generaciones y muestra la fortaleza del espíritu humano”, dijo Fabrizio Villatoro, presidente de América Research en LongeviQuest.
Además de haber dedicado su vida a la fe, Inah Canabarro también fue reconocida durante las últimas décadas de su vida por ser la hincha más longeva de Internacional de Porto Alegre, uno de los principales equipos de fútbol de la ciudad.
Legado histórico y espiritual
Con su fallecimiento, la hermana Inah se convierte en la segunda monja más longeva registrada en la historia, solo superada por Lucile Randon, una religiosa francesa que murió en 2023 a los 118 años.
Además, figura entre las 20 personas más longevas de las que se tiene registro oficialmente en el mundo, consolidando su lugar en la historia como un símbolo de esperanza, espiritualidad y resistencia física. Ella pasó a ser la persona más longeva de la humanidad tras el fallecimiento de la japonesa Tomiko Itooka en enero de 2025.
Sin embargo, el récord de la persona más longeva de toda la historia aún sigue en manos de la francesa Jeanne Louise Calment, que vivió un total de 122 años y 164 días, siendo la única persona comprobada que superó los 120 años.