Colombia está de luto, como muchos países del mundo. La bandera luce a media asta en el Palacio de San Carlos y en todas las embajadas y consulados, como símbolo de tristeza y tributo al Papa de la esperanza y de la paz, que siempre abogó y oró por el fin de la guerra en el país, al que visitó el 6 de septiembre de 2017.
“Aún cuando perduren conflictos, violencia, o sentimientos de venganza, no impidamos que la justicia y la misericordia se encuentren en un abrazo que asuma la historia de dolor de Colombia”, dijo en su momento el pontífice.
Y en un encuentro con las víctimas colombianas, les dejó un mensaje de aliento y de reconocimiento a su valor. “Ustedes llevan en su corazón y en su carne huellas, las huellas de la historia viva y reciente de su pueblo, marcada por eventos trágicos pero también llena de gestos heroicos, de gran humanidad y de alto valor espiritual de fe y esperanza”.
Francisco siempre amó a Colombia y se reunió incluso en Roma con muchos líderes colombianos a los que recordaba la importancia de construir la paz.
Como lo recordó el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, el Papa siempre exhortaba a “Construir puentes y no muros” frente al estallido de tantas guerras en estos años, con horrores inhumanos e innumerables muertos y destrucciones”. Incesantemente, imploró por la paz e invitó a la negociación honesta, porque para él, la guerra era “una derrota dolorosa y trágica” de la humanidad.
La representación de Colombia en el funeral
La Ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, y la Primera Dama de la Nación, Verónica Alcocer, asistieron acompañadas por el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Alberto Ospina, a la ceremonia fúnebre de papa Francisco, en representación del Gobierno de Colombia.
El presidente Gustavo Petro, quien atribuyó su ausencia a motivos de salud, publicó un extenso mensaje de pesar en X. “Ha muerto el gran Papa latinoamericano, que se abrió a toda la humanidad, y fue humano, simplemente humano y, por tanto, muy sensible ante los problemas de los demás, los problemas del mundo, los problemas de la humanidad. ¡Ay Francisco!, que tanta humanidad nos demostraste”, escribió.
Y señaló que ordenará que se imprima por millones la Laudato si’, la Segunda encíclica del Papa, “para que se lea en las escuelas, para que el campesino labrador, lea tus palabras, hermosas y libres, infinitas; para que tu energía pase de mano en mano, de las manos de los niños y las niñas, y que lean lo que es la libertad, y el cuidado de la vida y aprendan a amar con tus palabras, la vida, compañero, a la que le han declarado la guerra.
En el funeral de Francisco, participaron 130 delegaciones y 50 jefes de Estado, entre ellos los latinoamericanos Lula da Silva y Javier Milei.