De luto están millones de católicos colombianos por la partida del papa Francisco. El cardenal Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y máximo representante de la Iglesia en nuestro país, lo resumió con tristeza, pero con la esperanza de quienes creen en Dios y están convencidos de que la muerte no es el final.
“El primer sentimiento ante la muerte del papa es el dolor, porque amamos profundamente al papa Francisco y porque ayer lo vimos, por última vez, en la bendición Urbi Et Orbi, cercano en medio de su fragilidad, hablándonos a nosotros y pidiéndole a la humanidad que encuentre, con la Pascua de Cristo, el camino de la paz”, subrayó el prelado.
Y recalcó monseñor Rueda que “también es un momento de gratitud, porque fueron 12 años de servicio como sucesor del apóstol Pedro, pero además toda su vida dedicada a Jesucristo, desde su juventud”.
El legado del papa Francisco
Sobre el legado que deja el pontificado del primer papa latinoamericano, nacido hace 88 años en Argentina, el arzobispo de Bogotá afirmó que es múltiple. Sin embargo, descató dos elementos clave.
“Primero, su testimonio, profundamente coherente como cristiano, como ser humano. Seguidor de Cristo y servidor de toda la humanidad, sin barreras. Y segundo, su magisterio, sus tres encíclicas, dedicadas al medio ambiente, la amistad social y la buena política al servicio del bien común, y el corazón humano y divino de Cristo Jesús. Allí nos dice: ‘al mundo le falta corazón, el mundo puede transformarse desde el corazón de los seres humanos’. Y el sínodo de la sinodalidad”.
Rueda, único cardenal colombiano con posibilidad de votar en el cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, dijo que el santo padre “llegó al corazón de la humanidad entera, no solo de los católicos, porque posicionó temas profundamente humanos, como el de la casa común, el del medio ambiente, pero además fue capaz de interpretar los signos de los tiempos y, como él mismo decía, convertirlos en signos de esperanza. Todo el tema migratorio, acompañando a hombres y mujeres, sin interesarle si son o no católicos, simplemente por ser humanos”.