El Gobierno nacional prepara la declaratoria de emergencia sanitaria y económica, según anunció el presidente Gustavo Petro a través de la red social X.
La razón: el alarmante incremento de casos de fiebre amarilla en el territorio nacional. El pasado 11 de abril, el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo informó que se han registrado 47 casos en departamentos como Tolima, Caquetá, Huila, Nariño, Putumayo, Caldas, Meta y Vaupés, con 20 fallecimientos reportados.
“Voy a decretar la emergencia económica, después de la sanitaria. Pero no por lo que dicen los contrabandistas, lavadores y petroleros que son los que vienen dominando la política económica de Colombia, sino por algo simple y contundente: LA VIDA”, señaló el mandatario.
Y se refirió al impacto del clima. “Nuestras desventajas tienen que ver con la crisis climática. El calor en aumento de las atmósfera ahora hace que el mosquito suba las montañas, pase los páramos y puede penetrar en las ciudades, incluída Bogotá. El mosquito en una ciudad es más peligroso que en una selva porque se dispara la cantidad de personas que pueden ser contagiadas por la densidad poblacional”, advirtió.
Indicó que las personas que no se han vacunado deben abstenerse de viajar a zonas cálidas. “El turismo en Melgar solo debe ser para personas vacunadas. Ya se han vacunado 200.000 personas en el Tolima por nuestra labor, junto a los equipos básicos de salud y sus hospitales públicos. El turismo de semana santa puede llevar los mosquitos a Bogotá y las grandes ciudades. El mosquito pasó el río Magdalena y ya ha producido víctimas en la cordillera central en zona cafetera. Ha llegado desde Chaparral hasta el norte del Tolima”.
Los señalamientos del presidente Petro
En su largo trino, el presidente Gustavo Petro arremetió contra la alcaldía de Bogotá, sostuvo que “el Distrito no ha querido configurar los equipos básicos de salud que son imprescindibles para hacer una vacunación rápida en toda la ciudad. La rápidez de la vacuna es la clave”.
El alcalde Carlos Fernando Galán invitó al presidente a consultar a los expertos antes de trinar. Y compartió un mensaje del subsecretario de Salud Pública de Bogotá, Julián Fernández Niño, en respuesta al jefe de Estado. “Un brote de fiebre amarilla se controla vacunando en áreas endémicas. Bogotá no es endémica. Aun así, hemos vacunado mucho para proteger a quienes viajan. Los casos en Bogotá no generan casos secundarios. El brote debe controlarse donde sí circula el virus. ¡Y les quedó grande!”, enfatizó.
El secretario de salud también reforzó este mensaje con un hilo explicativo en el que le pidió al mandatario “no buscar las llaves en Bogotá”, donde -afirmó- se ha acelerado la vacunación contra todas las enfermedades.
Por otra parte, el presidente Gustavo Petro señaló a la gobernadora del Tolima de no haber girado dineros de la gobernación para ayudar a detener el virus.
Esta afirmación no cayó bien en la gobernante, quien respondió a través de redes sociales. “¡Presidente @petrogustavo, NO MIENTA SOBRE MÍ! (…) Sé de mis responsabilidades jurídicas y políticas ante esta emergencia por Fiebre Amarilla, esa misma que usted, el 26 de marzo pasado, dijo en el Consejo de Ministros que era “un brote de fiebre amarilla en unos micos” y que su gobierno había controlado. ¿quién no actuó a tiempo y por qué mentirle al país ahora?”, dijo la gobernadora Adriana Matiz.