La tragedia que vivieron los habitantes de Sídney a raíz del tiroteo que se llevó a cabo el pasado domingo 14 de diciembre en las playas de Bondy, en donde la comunidad judía celebraba el comienzo del Hanukka (fiesta judía), y que dejó por lo menos a 15 personas fallecidas, puso sobre la mesa el debate de la tenencia de armas.
Dentro de las víctimas está una niña de 10 años, un rabino y un sobreviviente del holocausto, mientras que 42 personas, quienes resultaron heridas, se encuentran en diferentes hospitales de la ciudad, según el último parte médico.
La investigación de la policía indica que los responsables del tiroteo eran de una misma familia, padre e hijo. El primero, de 50 años, fue neutralizado poco después del comienzo del tiroteo, mientras que el segundo implicado fue herido de gravedad y luego puesto bajo vigilancia policial.
¿Qué dicen las autoridades del atentado?
El primer ministro Anthony Albanese convocó a una reunión de última hora a los gobernadores de los estados para lograr acuerdos para endurecer las leyes con respecto a la tenencia y el porte de armas debido a la letalidad del presente ataque y a la memoria de la masacre ocurrida el 28 de abril en 1996 en Port Arthur, donde 35 personas fueron asesinadas y 23 resultaron heridas.
Cambios que plantea el gobierno australiano
Entre las variaciones que se plantearon, el refuerzo de verificación de antecedentes para propietarios de armas, el impedimento de que personas no nacionales accedan a licencias y la restricción de varios tipos de armas legales y en especial las de cañón largo.
Entre los cuestionamientos que se hacen las autoridades está cómo los dos atacantes tuvieron acceso a armas de cañón largo, lo que implicaría la presencia de fallas en la legislación.
Según la cadena ABC, los atacantes, uno de 50 años y el otro de 24 años, tendrían vínculos con un grupo yihadista del Estado Islámico, una hipótesis que continúa en investigación.
“Lo que vimos fue un acto de pura maldad, un acto de antisemitismo y un acto de terrorismo en nuestra costa”, puntualizó el primer ministro.
Este ataque hiere a la comunidad judía
La policía, al interior de las investigaciones, aseguró que cuando comenzó el tiroteo, cerca de 1.000 personas estaban reunidas en la playa celebrando la fiesta judía de Hanukka cuando abrieron fuego por diez minutos.
En el proceso de registro, las autoridades hallaron una bomba de fabricación casera en un vehículo cercano, artefacto que había sido puesto por los atacantes.
En medio del caos, un hombre se convirtió en héroe al enfrentarse solo y sin armas a uno de los atacantes. Su rápida acción permitió desarmarlo y salvar vidas. Medios locales lograron identificar al hombre llamado Ahmed al Almed, de 43 años, quien debido al forcejeo terminó herido.
Como homenaje a las víctimas, entidades del gobierno tienen a media asta la bandera y se avecina un debate sobre la tenencia de armas para contener estos hechos que enlutan a Australia.











