Tras cincuenta años de inconformidades entre el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y la Empresa de Teléfonos de Bogotá (ETB), por la tenencia del predio Graham Bell, ubicado en la avenida NQS entre calles 63F y 63G, en la localidad de Barrios Unidos, se logró un acuerdo definitivo por medio de la intervención de la Contraloría de Bogotá.
¿Cuál era el problema que tenía la propiedad Graham Bell?
Este caso se remonta al año 1973, cuando el IDU entregó a la ETB este terreno para subsanar una deuda por servicios prestados empleando la figura jurídica de dación. Sin embargo, el traspaso nunca se realizó.
Si bien este lote llegó a manos de la ETB y la entidad desde ese entonces asumió su mantenimiento y custodia, en realidad no era suyo, por lo que no podía hacerle modificación alguna. Luego de varias reuniones y múltiples observaciones en auditorías, la ETB buscó acuerdos que condujeran a una solución, pero no obtuvo resultados.
Con la intermediación de la Contraloría de Bogotá, ambas entidades se sentaron en mesas de negociación para ponerle punto final al inconveniente. Mediante el apoyo del ente de control se logró subsanar el error y llegar a una solución.
Por medio de un acuerdo se aprobó un pago del IDU a la ETB por $8.901 millones para saldar la deuda, logrando la solución del conflicto y promoviendo acciones de transparencia y manejo adecuado de los recursos públicos.
A través de esta gestión, la Contraloría de Bogotá promovió la eficiencia y economía, protegiendo los recursos y maximizando la calidad del servicio público.












