La controversia por los supuestos vínculos entre miembros del Ejército y las disidencias de ‘Calarcá Córdoba’ abrió un nuevo capítulo este miércoles, cuando la fiscal general Luz Adriana Camargo respondió directamente al presidente Gustavo Petro, marcando distancia frente a sus recientes declaraciones.
El caso estalló tras la revelación de archivos obtenidos en un retén en Antioquia, documentos que comprometerían al general Juan Miguel Huertas con maniobras en favor del grupo armado, como la creación de empresas de seguridad para facilitar su movilidad y permitir la entrega de armas.
A él se suma Wilmar Mejía, alto funcionario de la Dirección de Inteligencia (DNI) y cercano al presidente Petro, quien también estaría involucrado en estas presuntas articulaciones con las disidencias.
El mandatario reaccionó desde X, donde calificó a la estructura de ‘Calarcá’ como un grupo “degradado” que recluta menores y asesina firmantes de paz. Además, recordó que en el último ciclo de diálogos se pactó detener el reclutamiento y proteger la selva, entre otros compromisos.
Petro también mencionó a la fiscal Camargo, afirmando que se le había solicitado apoyo en estos procesos, pero que ella expresó preocupación por aparecer en la lista Clinton.
Ante esto, Camargo respondió de forma contundente: “Nosotros no estamos instituidos para prestarle apoyo al Gobierno Nacional. Mantenemos una relación armónica con todas las ramas del poder público y trabajamos colaborativamente con ellas”, aclaró, subrayando la independencia del ente acusador en plena tormenta política y judicial.












