La tensión militar en el Caribe volvió a escalar tras la aparición de dos aviones de combate F-18 Super Hornet de Estados Unidos sobre el Golfo de Venezuela, en un movimiento que analistas califican como el acercamiento más directo de la aviación estadounidense a territorio venezolano en años. El episodio se produce en medio del despliegue ordenado por el presidente Donald Trump, quien ha reiterado que Nicolás Maduro “tiene los días contados” y no descarta operaciones terrestres.
La maniobra fue detectada inicialmente por plataformas de monitoreo aéreo como Flightradar24, que registraron cómo las aeronaves realizaron giros dentro del golfo, entre Zulia y Falcón, muy cerca de Maracaibo, la península de Paraguaná y la Guajira. Por la profundidad estratégica del área, se trata de un gesto militar inusual y especialmente sensible para Caracas.
Un vuelo sobre una zona militar clave para Venezuela
El punto exacto del sobrevuelo no es casual. Allí se ubica la Base Naval Rafael Urdaneta, uno de los bastiones del aparato militar venezolano en el occidente, junto a la REDI Occidental, radares, aviación táctica y baterías costeras que forman parte del sistema defensivo del régimen.
Operacionalmente, volar un F-18 en esta zona equivale a acercarse a la antesala de un cuartel. Por eso la maniobra ha sido interpretada como un mensaje directo de presión en el marco de la estrategia de Washington para acelerar la salida de Maduro.
El F-18 Super Hornet: potencia aérea y mensaje político
El F/A-18 Super Hornet es el caza insignia de la Marina estadounidense, capaz de ejecutar misiones aire-aire, aire-tierra, ataques de precisión y patrullajes ofensivos. Su arsenal incluye:
- Cañón M61 de 20 mm.
- Misiles aire-aire y aire-superficie.
- Capacidades multimisión en escenarios simultáneos.
Reportes señalan que la misión habría sido acompañada por un E/A-18 Growler, avión especializado en guerra electrónica capaz de bloquear radares y comunicaciones, lo que refuerza la lectura estratégica del operativo.
Parte del mayor despliegue militar estadounidense en el Caribe desde los 80
La incursión no se entiende como un evento aislado, sino como pieza de la Operación Lanza del Sur, el despliegue más grande de EE. UU. en la región en décadas.
La Casa Blanca argumenta que estas acciones buscan desmantelar rutas del narcotráfico asociadas, según Washington, al Cartel de los Soles y a estructuras vinculadas al régimen de Maduro.
Horas antes del sobrevuelo de los F-18, Flightradar24 detectó al MQ-4C Triton, uno de los drones ISR más sofisticados del Pentágono, operando frente a la costa venezolana. Este sistema permite mapear defensas, identificar movimientos militares y recolectar comunicaciones estratégicas.
La combinación de aeronaves de combate, guerra electrónica y vigilancia estratégica sugiere que Estados Unidos está recopilando información clave sobre la red defensiva venezolana y evaluando posibles escenarios operativos.












