Nicolás Maduro está tomando precauciones extremas frente a la posibilidad de una intervención militar de Estados Unidos, según un reportaje de The New York Times basado en siete fuentes cercanas al régimen venezolano.
El mandatario estaría cambiando constantemente de lugar para dormir y de teléfono celular para evitar ser localizado ante un eventual ataque de precisión o una incursión de fuerzas especiales.
El despliegue militar de EE. UU. elevó la tensión
De acuerdo con el periódico, estas medidas se intensificaron desde septiembre, cuando la Casa Blanca ordenó el despliegue de buques de guerra en el Caribe, cerca de Venezuela, y ejecutó bombardeos contra embarcaciones señaladas de transportar droga.
En respuesta, Maduro habría reforzado su anillo de seguridad para minimizar “riesgos de traición”, aumentando la presencia de guardaespaldas cubanos e integrando agentes de contrainteligencia de Cuba en las Fuerzas Armadas venezolanas.
Cambios en la agenda pública de Maduro
Aunque Maduro intenta proyectar una imagen de tranquilidad con apariciones públicas casi diarias, sus rutinas también han cambiado. Según el Times, el mandatario ha reducido eventos programados y transmisiones en vivo, sustituyéndolos por actos espontáneos y mensajes pregrabados para disminuir su exposición.
Las fuentes describen una “atmósfera de tensión y preocupación” dentro del círculo íntimo del chavismo.
Conversaciones secretas entre enviados de Trump y el régimen
El reportaje también revela que, desde comienzos de año, emisarios de Donald Trump y representantes de Maduro han discutido escenarios para una eventual salida del poder. Entre las opciones planteadas estaba un referendo revocatorio en 2027 que podría derivar en un traspaso de poder al vicepresidente y, posteriormente, en nuevas elecciones.
Sin embargo, no hubo acuerdo y, según el periódico, la falta de avances llevó a Trump a endurecer la presión militar sobre Venezuela.
Trump habría dado un ultimátum a Maduro
En paralelo, se conoció que Maduro manifestó estar dispuesto a dejar el poder si él y su familia recibían amnistía legal completa. Trump rechazó la propuesta y, según fuentes citadas por Reuters, dio un plazo de una semana para que el líder venezolano abandonara el país con su familia. El plazo habría expirado el pasado 28 de noviembre sin que se produjera su salida.












