El pasado 14 de noviembre, un joven turco fue objeto de abuso sexual por parte de compañeros de su trabajo, quienes, según las autoridades, lo amarraron a una silla y cometieron violencia sexual en repetidas ocasiones. Tras este acto, el hombre fue hospitalizado y cinco días después falleció.
¿Cómo sucedió el crimen?
De acuerdo con las primeras investigaciones, se conoció que la víctima era Muhammed Kendirci, de 15 años, quien trabajaba como aprendiz de carpintería. El adolescente fue objeto de una “broma pesada” por parte, según las indagaciones, de dos compañeros de su trabajo.
Los hechos se originaron en Bozova, provincia de Sanliurfa, en Turquía, cuando el pasado viernes 14 de noviembre dos sujetos decidieron “a manera de broma” amarrar a Kendirci a una silla para que no pudiera moverse y, acto seguido, le quitaron a la fuerza su pantalón e introdujeron una manguera.
Las autoridades aseguraron que este aparato se utiliza con aire de alta presión para limpiar objetos. Luego, según las indagaciones, los sujetos accionaron este aparato dentro del cuerpo del joven.
Luego de este hecho, Kendirci fue llevado de urgencia al Hospital Estatal de Bozova y, debido a la gravedad de las lesiones, fue remitido al Hospital Universitario de Investigación y Aplicación de Harran, según informaron medios locales.
Aunque médicos especialistas intentaron estabilizarlo, su salud se deterioró en cuestión de días y fue trasladado a la Unidad de Cuidado Intensivo. Los doctores detectaron que tenía un daño severo en sus intestinos, y pese a las intervenciones no pudieron ayudarlo, lo que desencadenó el fallecimiento.
La policía comenzó la investigación y logró capturar a uno de los agresores llamado Habip Aksoy, pero minutos después fue liberado. La familia, al enterarse de este hecho, interpuso una denuncia formal y fue recapturado.
Las autoridades que llevan el caso afirmaron que será judicializado, sin embargo, se desconoce cuáles serán los cargos que le imputarán.
Por su parte, la policía está tras la búsqueda del otro implicado, quien se fugó al conocer las consecuencias de sus actos. La familia pide justicia y la captura del otro agresor, pues consideran que este tipo de acciones no deben repetirse ni ser catalogadas como “broma”.










