Las autoridades siguen destapando detalles del asesinato de Jaime Esteban Moreno Jaramillo, estudiante de la Universidad de los Andes, ocurrido el pasado 31 de octubre. Mientras él luchaba por su vida en un hospital, Migración Colombia recibió una alerta sobre una de las mujeres que aparece en videos junto a los agresores: Kleidymar Fernández Sulbarán, una joven venezolana de 24 años.
EL TIEMPO estableció que la Fiscalía solicitó verificar su situación migratoria, identidad e historial en el país. Ella es la mujer del disfraz azul de Mujer Maravilla que aparece junto a Juan Carlos Suárez Ortiz (disfrazado de diablo) y Ricardo González Castro (con orejas de conejo), ya enviados a prisión por el homicidio.
Testimonios que la señalan
Declaraciones bajo juramento revelan que Fernández habría incitado los golpes contra Moreno. Testigos afirman que, durante la agresión, la joven lanzó varias frases que la defensa de la víctima interpreta como determinantes en el crimen.
Según el expediente, ella habría dicho: “Es que usted no le dio bien, eso era para que le diera una low kick bien hecha (…) yo le hubiera pegado más duro”. También habría señalado directamente al estudiante al decir: “Ese es, ese es el de la discoteca”, refiriéndose al Before Club, donde se celebraba la fiesta de Halloween de Los Andes.
La defensa de González asegura que los términos de kickboxing se relacionan con el método que Suárez supuestamente usaba para controlar ataques de ira.
Un posible giro en la investigación
Una fuente cercana al proceso señaló que la Fiscalía podría decidir esta semana si la joven será vinculada penalmente. En una reciente audiencia, la juez del caso afirmó que Fernández actuó con total indiferencia al notar que Moreno se estaba ahogando con su propia sangre y aun así se retiraron como si nada.
Aunque fue detenida por unas horas el mismo 31 de octubre, tanto ella como Bertha Parra Torres quedaron en libertad por falta de elementos probatorios. No obstante, ambas siguen bajo investigación.
Relaciones y movimientos que llaman la atención
La Fiscalía intenta esclarecer por qué los cuatro involucrados acudieron a una fiesta universitaria sin tener aparente relación con los asistentes.
Un dato clave es que Fernández buscó a González el 2 de noviembre en el centro comercial Neos, en San Victorino, donde él trabajaba como vendedor de perros calientes. Allí le dijo al jefe del joven: “¿Sabe el problema tan grande que tiene Ricardo?” y admitió haber estado detenida por el caso.
EL TIEMPO también confirmó que Fernández trabajó en el local “Medias Mapache” en San Victorino y que vive en una casa rosada en Ciudad Bolívar, donde se moviliza en una moto azul. Su familia recibe ayuda humanitaria destinada a migrantes venezolanos.
La versión de la familia
Tamara Sulbarán, madre de Kleidymar, aseguró que están recibiendo amenazas y negó que su hija haya salido del país. También confirmó que ya fue escuchada por la Fiscalía, donde se le pidió ampliar la versión que sugería que Moreno había cometido actos impropios tras bailar con ella, hipótesis aún sin pruebas concluyentes.
Comerciantes de San Victorino que la conocieron afirman que trabajó allí por pocos meses y que era “cumplida y muy trabajadora”.
La Fiscalía deberá definir en los próximos días si la mujer del disfraz azul será o no vinculada de manera formal al proceso penal por el homicidio del joven estudiante.











