Uniformados de la Policía Nacional capturaron a Emilio Tapia en la clínica Altos del Prado, al norte de Barranquilla. El contratista se encontraba allí para tratarse problemas de hipertensión, acompañado por funcionarios del Inpec.
La detención responde a una orden judicial para que cumpla las condenas impuestas por su participación en el carrusel de la contratación de Bogotá, uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia de la capital.
Tres condenas acumuladas por corrupción en Bogotá
Tapia fue considerado el cerebro del entramado de corrupción con el que se desvió dinero público destinado a obras en Bogotá. Por estos hechos, fue condenado en tres procesos distintos entre 2016 y 2017. Las penas fueron acumuladas en una sentencia total de 12 años y un mes de prisión, según decisión de un juez de ejecución de penas.
Revocan libertad condicional
El Juzgado 15 de Conocimiento de Bogotá revocó el beneficio de libertad condicional que Tapia había obtenido el 11 de abril. El fallo fue sustentado en la gravedad de los delitos: cohecho propio, interés indebido en la celebración de contratos, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir.
Aunque el contratista ya había cumplido más de 88 meses de prisión, el juez consideró que su conducta afectó profundamente la administración pública y la confianza ciudadana.
“Un daño grave a la transparencia del Distrito”
En su decisión, el juez destacó la magnitud del impacto del escándalo: “Se afectó seriamente la transparencia de las altas esferas de la Administración Distrital y se ocasionó el mayor descalabro de que se tenga noticia en la contratación pública de Bogotá”, señaló el fallo judicial.
Inpec definirá centro de reclusión
Tras su captura, el Inpec deberá determinar el establecimiento penitenciario donde Emilio Tapia cumplirá su condena. El contratista también enfrenta investigaciones por su presunta participación en otros escándalos recientes, como el de Centros Poblados.










