El huracán Melissa, que tocó tierra en Jamaica como una tormenta categoría 5, dejó una estela de destrucción sin precedentes. Ante los graves daños, el primer ministro Andrew Holness declaró a todo el país zona catastrófica, señalando que hospitales, escuelas y viviendas han resultado severamente afectados.
“Necesitamos ayuda ahora”, expresó Holness, quien describió una situación de “devastación masiva”. La ciudad de Montego Bay figura entre las más golpeadas, con barrios enteros cubiertos de lodo y miles de personas desplazadas. Testigos relataron escenas de pánico: “Fue terrible, el viento era violento, sentimos que las casas iban a volar”, dijo un residente.
EE.UU., Reino Unido y la ONU coordinan ayuda inmediata
Ante la emergencia, Estados Unidos y el Reino Unido anunciaron el envío de apoyo humanitario de forma inmediata. El presidente estadounidense Donald Trump calificó a Melissa como “un fenómeno sin precedentes” y pidió acelerar la asistencia internacional.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas confirmó el envío de 2.000 kits de emergencia en las próximas horas para atender a los damnificados. Estos paquetes incluyen alimentos, medicinas y elementos de primera necesidad.
Solidaridad internacional y esperanza en la reconstrucción
La comunidad internacional ha mostrado una rápida respuesta ante el desastre natural, ofreciendo recursos y equipos de rescate. Los esfuerzos se concentran en garantizar el acceso a agua potable, electricidad y refugio temporal para los afectados.
Mientras continúan las labores de búsqueda y rescate, Jamaica enfrenta una de las peores crisis de su historia reciente. Las autoridades locales confían en que la cooperación internacional ayude a reconstruir las zonas devastadas y devolver la esperanza a miles de familias.










