Las tensiones entre Colombia y Estados Unidos escalaron este miércoles, 22 de octubre, luego de que el Gobierno colombiano rechazara la destrucción de una embarcación presuntamente vinculada al narcotráfico, ordenada por el presidente Donald Trump en el océano Pacífico, aparentemente cerca de aguas nacionales.
A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores condenó la operación militar ejecutada por Estados Unidos y pidió respeto al derecho internacional.
“El Gobierno de Colombia hace un llamado a cesar este tipo de ataques y a respetar las normas que dicta el derecho internacional”, expresó la Cancillería, que además instó a Washington a resolver este tipo de incidentes mediante canales diplomáticos.
El ataque, según confirmó el secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, fue una “operación cinética letal” contra una embarcación operada por una “organización terrorista designada que se dedicaba al narcotráfico”. Reportes de The New York Times y CBS News indicaron que el hecho ocurrió frente a las costas de Colombia, dejando dos supuestos narcotraficantes muertos.
Marco Rubio: “El único problema de Colombia es su presidente lunático”
El nuevo episodio diplomático derivó en fuertes declaraciones del secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, quien lanzó duros señalamientos contra el presidente Gustavo Petro, en medio del deterioro de la relación bilateral. “El único problema de Colombia es su presidente lunático. El tipo es un lunático, un lunático y no está bien”, afirmó Rubio, según recogieron medios estadounidenses.
Rubio sostuvo que, pese a que las Fuerzas Armadas y la Policía colombiana siguen siendo “socios confiables y proestadounidenses”, el liderazgo político actual del país es “errático” y ha afectado la cooperación antidrogas.
El funcionario agregó que la política de Petro “no cumple con los estándares exigidos por Washington” y que ha debilitado la ofensiva conjunta contra los carteles del narcotráfico.
Contexto de la crisis diplomática
Las declaraciones se producen días después de que la administración Trump descertificara parcialmente a Colombia en la lucha contra el narcotráfico, acusando al Gobierno de Petro de “falta de resultados” y de permitir la expansión de estructuras criminales.
Además, el presidente estadounidense anunció recientemente el fin de la ayuda financiera a Colombia, medida que profundizó el distanciamiento entre ambos países.
Por su parte, el Gobierno Petro reiteró su disposición al diálogo, pero advirtió que no permitirá operaciones extranjeras en su territorio sin autorización expresa.
“La cooperación debe darse bajo el respeto mutuo y la soberanía nacional”, enfatizó la Cancillería.
Un episodio más en la escalada de tensiones
El ataque marítimo del 22 de octubre se convirtió en el octavo operativo letal conocido de militares estadounidenses contra supuestas “narcolanchas” desde que el Pentágono amplió sus operaciones antidrogas en el Caribe y el Pacífico sur.
Mientras tanto, las relaciones entre Bogotá y Washington atraviesan su punto más delicado en los últimos años, marcadas por declaraciones cruzadas, cuestionamientos sobre la lucha contra el narcotráfico y, ahora, acusaciones personales que han encendido el ambiente político internacional.













