La Corte Constitucional de Colombia le ordenó al presidente Gustavo Petro retractarse públicamente y ofrecer disculpas a las mujeres periodistas, luego de que, durante un acto oficial en agosto de 2024, las calificara como “muñecas de la mafia”. El fallo revocó una decisión previa del Consejo de Estado que había negado las tutelas interpuestas por las afectadas y por el abogado Germán Calderón España.
Según la sentencia, con ponencia de la magistrada Lina Marcela Escobar Martínez, el mandatario tiene un plazo de cinco días para rectificar sus palabras tanto en el video como en la transcripción de su discurso, dejando constancia de que sus manifestaciones “no fueron adecuadas”.
Durante la posesión de la defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, el 30 de agosto de 2024, Petro había lanzado críticas a los medios de comunicación y, durante su intervención, dijo: “Las periodistas del poder, las muñecas de la mafia, construyeron la tesis del terrorismo en la protesta y la criminalización del derecho genuino a protestar”.
Para la Corte, ese tipo de expresiones vulneran los derechos a la no discriminación y a una vida libre de violencia de género y digital. El tribunal recordó que el jefe de Estado tiene un deber reforzado de prevenir y erradicar toda forma de violencia contra las mujeres, incluido el uso de lenguaje estigmatizante.
“La libertad de expresión no ampara los discursos que perpetúan estereotipos o fomentan la discriminación”, señaló el fallo, destacando además el riesgo especial que enfrentan las mujeres periodistas, quienes son más propensas a sufrir ataques y acoso en línea por razones de género.
La decisión fue acompañada por aclaraciones de voto de los magistrados Jorge Enrique Ibáñez Najar y Carlos Camargo Assis. Ibáñez resaltó que la sentencia representa un avance importante en la protección de las comunicadoras, aunque consideró que la Corte debió apoyarse más en tratados internacionales como la Convención de Belém do Pará y la CEDAW. Camargo, por su parte, subrayó que los funcionarios públicos, y especialmente el presidente, deben ser conscientes del impacto de sus palabras, pues sus discursos pueden reforzar o mitigar ambientes de violencia simbólica.
Con esta decisión, la Corte Constitucional envía un mensaje claro sobre la responsabilidad de los líderes públicos frente al lenguaje que emplean y la necesidad de promover un entorno libre de violencia y discriminación hacia las mujeres periodistas en Colombia.










