Un robo como de película sucedió en uno de los museos más reconocidos por sus obras de arte y historia, el Louvre. Los dueños de lo ajeno se llevaron 8 piezas de joyería pertenecientes a la corona francesa, con un valor histórico y patrimonial incalculable.
Según la ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, el robo se produjo en horas de la mañana del domingo, media hora después de que el museo abrió sus puertas al público.
El ministro del Interior, Laurent Núñez, aseguró que, al parecer, tres hombres lograron abrir la vitrina de la galería Apolo, donde reposan la colección de la corona y las joyas de Napoleón. Luego, de forma milimétrica, ingresaron a la vitrina y sustrajeron las ocho piezas y terminaron huyendo en motocicletas.
La policía logró recuperar una de las piezas robadas, la cual se encontraba en el piso del museo cuando agentes llegaron a realizar la investigación.
¿Cuáles son las pistas que tiene la Policía?
La fiscal de París, Laure Beccuau, destacó la habilidad de los delincuentes y concluyó que el asalto fue minuciosamente planeado. No obstante, están en la búsqueda de los implicados recopilando información para recuperar las joyas y capturar a los responsables.
“Tenemos imágenes de cámaras de seguridad del propio museo y de la ciudad de París. Los hechos demuestran preparación y una forma de organización”, dijo Beccuau al medio BFMTV.
Otra de las pistas que tienen es el montacargas que dejaron los ladrones al lado del río Sena para acceder a la galería por la parte sur del museo. Para no llamar la atención, los ladrones ingresaron vestidos como obreros y portando chalecos amarillos.
La fiscal aseguró que el estudio del posible material genético dejado por los ladrones está en estudio, pero resaltó que hasta el momento no han sido capturados.
Las piezas robadas
Entre las joyas sustraídas están la tiara y el collar de las reinas María Amelia y Hortensia, y los pendientes a juego de estas joyas.
También se encuentra un broche relicario, un collar y unos pendientes de esmeralda de la reina María Luisa, así como el lazo del corpiño y la tiara propiedad de la emperatriz Eugenia adornada, esta última, con 1354 diamantes y 56 esmeraldas.
Producto de este hecho, el museo de Louvre fue cerrado para facilitar la investigación. Por el momento, las autoridades enfrentan la tarea de reforzar la seguridad del museo y de recuperar los objetos robados.











