El jefe de Estado, Gustavo Petro, en la noche del viernes 18 de octubre, durante su alocución, dijo que retirará al mayor general Carlos Fernando Triana, director de la Policía, por las fallas que, según el presidente, se generaron en Amalfi, Antioquia.
“La Policía de Colombia va a cambiar, he pedido cambio de director”, dijo el presidente Petro. De acuerdo con el mandatario, pese a que “ha hecho un gran trabajo, hay fallas que debemos sobremontar profundamente”, afirmó.
Este comentario lo hizo debido a los enfrentamientos que tuvo la policía en Amalfi, donde varios uniformados resultaron muertos.
Del mismo modo, mencionó que en la Policía de Medellín le debe entregar un informe de lo ocurrido en las marchas pro Palestina realizadas en esa ciudad, pues, según el mandatario, no puede haber personas que ostenten las funciones de las autoridades de manera ilegal.
“Debo recibir un informe mucho más detallado, pero en Medellín no puede existir parapolicía, está prohibido por la Constitución de Colombia”.
¿Qué otras razones hay para el relevo en la cúpula de la Policía?
Durante la alocución, el presidente Gustavo Petro mencionó la diferencia en las cifras de homicidio dadas por la Policía y por Medicina Legal. Mientras los primeros, según el presidente, reportan un 3%, la entidad vinculada a la Fiscalía asegura que es de un 8%, por lo que afirmó que “a ciegas no vamos a tener una política eficaz, por eso he ordenado los cambios”, sentenció.
Esta no ha sido la única transición que ha tenido la dirección de la Policía Nacional. Con este ya sumarían tres, pues el 10 de febrero Carlos Fernando Triana Beltrán llegó a ocupar el cargo de director de la Policía en reemplazo del general William René Salamanca. Este oficial estaba en retiro y fue convocado para ingresar de nuevo a la institución, convirtiéndose así en el tercer general que en 124 años de historia de la Policía volvía a ser llamado a servicio.
Durante su intervención, el mandatario aprovechó para cuestionar el mapa del conflicto que publicó el medio The Economist y que fue replicado por la Defensoría del Pueblo. Aunque no hizo mención directa del mapa de violencia y la presencia de grupos ilegales, sí hizo una comparación con la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes.
Y lo efectuó para asegurar que la violencia no está focalizada en las zonas de supuesta presencia de grupos delincuenciales, sino en ciudades capitales, pero en especial en la cordillera oriental.
El jefe de los colombianos, Gustavo Petro, aseveró que es en Cali, Palmira, Tuluá y similares donde se encuentran las alianzas criminales, las mayores tasas de homicidio y el accionar de las bandas delincuenciales, quienes, según el mandatario, tienen vínculos con el poder político.
Así mismo, se dirigió a la fiscal general a pedir más acciones en la investigación y judicialización y cuestionó la entrega de posibles cargos políticos al interior de la entidad.
Fue al finalizar su alocución que mencionó la necesidad del relevo de la dirección de la Policía Nacional y de la necesidad de unificar criterios en las cifras de homicidios en el país.











