El Congreso colombiano aprobó el Presupuesto General de la Nación para 2026, último año de gestión del presidente Gustavo Petro. Con una cifra que asciende a $546,9 billones de pesos, el plan financiero marca el cierre del actual gobierno y abre paso a una nueva discusión clave: la reforma tributaria necesaria para cubrir un faltante de 16 billones de pesos.
A diferencia del año pasado, cuando el presupuesto no logró consenso y debió ser expedido por decreto, esta vez las plenarias de Senado y Cámara aprobaron el texto sin contratiempos. En el Senado, la votación final fue de 50 votos a favor y 27 en contra.
El ministro de Hacienda, Germán Ávila, celebró el resultado y afirmó que la aprobación “refleja el compromiso del Gobierno con una gestión fiscal responsable y enfocada en el bienestar”.
Ajustes y prioridades
La ponente del proyecto, Aída Avella (Pacto Histórico), explicó que la reducción de $10 billones frente al texto inicial responde a un “ejercicio de austeridad responsable”, sin afectar sectores clave como educación, salud, pensiones y transferencias territoriales.
Según Avella, el presupuesto se elaboró con enfoque territorial: “Se construyó pensando en todos los rincones del país, desde La Guajira hasta el Amazonas, garantizando la inversión social como eje central del desarrollo”.
No obstante, desde la oposición surgieron críticas. El senador Carlos Fernando Motoa (Cambio Radical) cuestionó la falta de claridad en la distribución regional del gasto, calificando de “irresponsable” aprobar el proyecto sin conocer el detalle por departamentos.
Aumentos y recortes
El monto aprobado representa un incremento del 7 % frente al presupuesto de 2025 (511 billones) y estos son algunos de los cambios más importantes respecto al año pasado:
- Educación recibirá $88,2 billones, un aumento del 8,1 %.
- Salud contará con $78,1 billones, creciendo 16,4 %.
- La Defensoría del Pueblo, en cambio, sufrirá un recorte del 5 %.
Con la aprobación definitiva, el texto pasará a sanción presidencial. Sin embargo, el Gobierno deberá garantizar los recursos faltantes mediante la reforma tributaria que aún espera debate en el Congreso.












