Mientras el mundo sigue de cerca la posible liberación de los secuestrados por Hamás, la primera fase del acuerdo alcanzado con mediación internacional también incluye un componente clave: la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y el comienzo del proceso de desmilitarización en el territorio devastado por la guerra.
Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), al menos 170 camiones cargados con alimentos, medicinas y suministros básicos ingresaron este 1 de octubre al enclave palestino, en lo que representa el mayor flujo de asistencia desde el inicio del conflicto.
Camiones ingresan en horarios controlados
En el punto fronterizo de Keren Shalom, donde confluyen Israel, Egipto y la Franja de Gaza, decenas de vehículos permanecen listos para continuar con el envío de ayuda.
Los protocolos de ingreso establecen dos franjas horarias para la circulación de camiones: una en la mañana y otra a la medianoche, con el fin de evitar aglomeraciones y garantizar la seguridad de los convoyes.
A pocos metros del paso fronterizo, el silencio domina el ambiente tras el cese de los bombardeos israelíes, mientras miles de palestinos retornan a lo que quedó de sus hogares. Las imágenes difundidas por medios internacionales muestran escenas de destrucción total: barrios arrasados, edificios colapsados y familias intentando rescatar lo poco que queda entre los escombros.
Egipto anuncia envío adicional de ayuda
El Gobierno de Egipto confirmó que enviará 400 camiones adicionales con ayuda humanitaria, como parte del compromiso asumido dentro del acuerdo mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos.
Estas entregas incluirán medicamentos, alimentos no perecederos, carpas y equipos médicos, con el fin de atender a las miles de familias desplazadas dentro de Gaza.
Israel y las familias de los secuestrados, a la espera
Mientras tanto, en Tel Aviv, las familias de los rehenes israelíes se preparan para reunirse durante la medianoche (hora local) con la esperanza de recibir noticias sobre sus seres queridos.
El enviado especial de Estados Unidos para Medio Oriente, Steve Witkoff, celebró el inicio de esta primera fase del acuerdo, destacando que representa “una oportunidad real para la paz y la estabilidad en la región”.
Sin embargo, el ambiente político en Israel sigue siendo tenso. Durante un acto público en Tel Aviv, los asistentes ovacionaron a Witkoff, pero abuchearon al primer ministro Benjamin Netanyahu, reflejando el descontento interno frente al manejo del conflicto.










