Nicolás Maduro afirmó el viernes 3 de octubre que el ataque armado efectuado por el gobierno de Donald Trump es para imponer “gobiernos títeres” y apropiarse de los recursos naturales del país. Esta sentencia la dijo por la tensión generada producto del despliegue de barcos y fuerza militar estadounidense en aguas del mar Caribe.
“El pueblo de Estados Unidos está muy consciente de que lo que se pretende contra Venezuela es una agresión armada para imponer un cambio de régimen, para imponer gobiernos títeres y para robarle el petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales”, dijo Maduro en el marco de una conferencia internacional.
A su vez, reiteró que Venezuela “jamás se humillará ante ningún imperio, tenga el poder que tenga, llámese como se llame”, asegurando que vendrá “en su justa medida una lección moral, ética y política a ese imperio en los años que están por venir”.
Más adelante, el jefe del chavismo confirmó que pasará de la palabra a la acción y con el uso de armas si fuese necesario para mantener la paz.
“Si es necesario pasar de las formas de lucha no armada a las formas de lucha armada, este pueblo lo hará por la paz”, declaró Maduro ante la presencia de 137 delegados y 59 países que asistieron a la conferencia contra el “colonialismo, neocolonialismo y despojos territoriales”.
En otra oportunidad, Venezuela denunció ante el Consejo de Seguridad de la ONU, presidida en octubre por Rusia, la “incursión ilegal de aviones de combate” por parte de Norteamérica a 75 kilómetros de sus costas en cercanías al mar Caribe.
Por su parte, el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció el viernes el hundimiento de otra lancha en cercanías a Venezuela con cuatro personas a bordo, las cuales fallecieron, y calificó a esas embarcaciones como ‘narcoterroristas’.
A este ataque se suman cuatro más que el gobierno de Donald Trump ha confirmado, acciones que se han desarrollado con supuestas narcolanchas que cubrían rutas cercanas a Venezuela y la última en inmediaciones a República Dominicana.
Estados Unidos anunció que continuará con su lucha armada, de ser necesario, hasta acabar con el flagelo del narcotráfico.












