Continúan los coletazos de la manifestación del presidente Gustavo Petro en Nueva York. Después de que el gobierno de Donald Trump le cancelara la visa por “instar a los soldados estadounidenses a desobedecer órdenes e incitar a la violencia”, varios miembros de su gobierno se solidarizaron públicamente y renunciaron al visado.
La canciller Rosa Villavicencio rechazó lo ocurrido y sorpresivamente renunció a su visa estadounidense, lo que llama la atención por ser precisamente ella la encargada de conducir las relaciones exteriores del país, y teniendo en cuenta que Estados Unidos es una de los principales aliados de Colombia.
“No aceptamos que un poder extranjero disponga quién puede hablar o asistir a instancias internacionales en representación del Estado colombiano. La dignidad de nuestra nación no es negociable”, señaló la canciller.
El ministro de Hacienda, Germán Ávila, le siguió los pasos. “En solidaridad con el presidente y ante la agresión de la que fue objeto por parte del Gobierno de los EE. UU., he decidido renunciar al uso de la visa. Para trabajar por nuestro pueblo no necesitamos visa”, afirmó en la red social X.
La Superintendente de Industria y Comercio, Cielo Rusinque, hizo lo propio. “En coherencia con mi visión del mundo, como funcionaria de este Gobierno y como ciudadana colombiana, en un acto de dignidad y solidaridad con nuestro Presidente de la República, hoy presento mi renuncia a la visa estadounidense”, sostuvo.
El que no alcanzó a renunciar a su visado, pero de todas formas lo perdió, fue el ministro de Minas, Edwin Palma, quien publicó en X la comunicación que recibió de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, en la que le informan que le cancelaron la visa. “Gaza bien vale una visa”, expresó.
Otra persona cercana a Petro, quien también perdería su visa es el precandidato del progresismo Daniel Quintero, quien expresó su solidaridad en redes y recibió una respuesta inmediata del subsecretario de Estado, Christopher Landau: “A la orden”, junto con una imagen en la que se lee “El Quitavisas”.
Hay expectativa sobre si el gabinete entero se quedará sin poder viajar a Estados Unidos, una situación que pondría en aprietos las visitas propias de una relación bilateral que se ha consolidado a través de los años.











