El Departamento de Estado de EE. UU. anunció este viernes, 26 de septiembre, que el gobierno de Donald Trump decidió que le revocará la visa a Gustavo Petro. Es decir, el presidente colombiano no podrá volver a entrar a ese país.
La drástica decisión, explicó Washington, se tomó debido a que Petro protagonizó un acto en una calle de Nueva York en el que -recalcó- pidió a los soldados estadounidenses desobedecer órdenes e “instó a la violencia”.
El Departamento de Estado calificó esas palabras del mandatario de Colombia como “imprudentes e incendiarias”.
Petro participó este viernes en una protesta en contra del gobierno de Israel y a favor de Palestina, en medio de la cual mantuvo el mismo tono crítico usado el martes durante su discurso en la Asamblea General de la ONU, en el cual cuestionó duramente a Donald Trump, lo que provocó que la delegación de Estados Unidos se levantara de inmediato.
La relación entre la Casa de Nariño y la Casa Blanca ya estaba bastante afectada, en especial, luego de que la administración Trump descalificara a Colombia por considerar que este país no cumplió con sus tareas en cuanto a la lucha antidrogas. Además, por los constantes cuestionamientos de Petro hacia su colega estadounidense en asuntos como el despliegue de buques de guerra en el Caribe.
Ahora, con el retiro de la visa, cosa que no sucedía con un presidente colombiano desde la época de Ernesto Samper, se eleva aún más la división entre los líderes de dos naciones que, por años, han sido aliadas y amigas.