Para la Fiscalía General de la Nación, no hay duda alguna de que Harold Daniel Barragán Ovalle habría participado activamente en la planeación y ejecución del magnicidio del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, así como en actos posteriores para tratar de evadir la acción de las autoridades.
Es por ello que una fiscal de la Unidad de Vida de la Seccional Bogotá le imputó los cargos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado; fabricación, tráfico y porte de armas de fuego y municiones; y uso de menores para la comisión de delitos.
Aunque el procesado no aceptó los cargos, un juez de control de garantías lo cobijó con medida de aseguramiento en centro carcelario. Es decir, deberá ir a una prisión mientras avanza el juicio en su contra y se define su futuro judicial.
El papel de alias Harold
“Barragán Ovalle estaría involucrado en actividades previas para definir todo lo relacionado con la planeación, la verificación y reconocimiento del lugar en el que se perpetró la acción sicarial. Para este propósito presuntamente realizó reuniones en su lugar de residencia, se conectó a videollamadas e hizo parte de un grupo de WhatsApp en el que se compartió información y dieron directrices para la ejecución del ataque”, precisó la Fiscalía.
Además, se le atribuye haber escogido al sicario que atentó contra el senador, un menor de edad que -para los peritos- era su subordinado en una red de narcomenudeo y tráfico de armas de fuego conocida como ‘Plata o plomo’, con injerencia en el occidente de Bogotá y nexos con estructuras ilegales en Caquetá y el oriente del país.
Recalcó la fiscal del caso que, el día del crimen, antes de la entrega de la pistola tipo Glock, “habría dado las indicaciones sobre la manera como se debía acondicionar para que disparara a modo de ráfaga con el fin de aumentar su letalidad”.
Las evidencias darían cuenta de que, tras el atentado, Harol Daniel Barragán Ovalle ayudó a Elder José Arteaga, alias Pichi, para que permaneciera oculto y así evadir la orden de captura que estaba vigente en su contra.
Ahora, Harold y otras seis personas ya vinculadas al caso tendrán que enfrentar la acción de la Fiscalía, en tanto Colombia se sigue preguntando quién dio la orden de silenciar a Miguel Uribe.