Días de caos ha vivido Bogotá esta semana por el inicio de obras en la calle 13, donde se construye un intercambiador de tres niveles que implica la demolición de los puentes a la altura de la carrera 50, lo que ha generado serios traumatismos en la movilidad.
Los usuarios de transporte público y conductores particulares han llevado la peor parte, pues han quedado atrapados en largos trancones que los han llevado incluso a movilizarse a pie. Frente a ello, la secretaria de Movilidad, Claudia Díaz, pidió paciencia y cooperación de la ciudadanía.
“El compromiso nuestro de que las obras avancen. Es una obra necesaria para la ciudad. Tiene un impacto, sí. Pero necesitamos también el compromiso de los ciudadanos de que sigan las Instrucciones, que planeen su viaje, que nos tengan más paciencia aún”, afirmó.
Confirmó que estas obras durarán dos años y enfatizó en que son necesarias “para que Bogotá se ponga al día en infraestructura”. Así mismo, dijo que se está reforzando el plan de manejo para superar los inconvenientes que se han presentado.
Sumado a los trabajos que se están realizando, el tráfico se ha complicado aún más por accidentes, camiones varados y otras situaciones que han terminado empeorando la situación.
La alcaldía ha dispuesto algunos desvíos para facilitar la movilidad por este sector. Quienes transiten de occidente a oriente por la calle 13, pueden tomar el contraflujo desde la carrera 56. Para quienes se movilicen en sentido contrario, está la opción de un desvío por la carrera 43. En el caso de la carrera 50, se deben tomar la calle 14 y la carrera 54 para salir a la calle 13.