Terminaron más de setenta años de espera: en la madrugada de este martes, 2 de septiembre, llegó a Cartagena el primer tren del Metro de Bogotá, una megaobra que fue postergada por décadas y que, finalmente, está cerca de ser realidad.
El alcalde, Carlos Fernando Galán, hizo el anuncio a través de la red social X y públicó una foto para la historia. “El primer tren del metro de Bogotá está en Colombia. El barco ya llegó al puerto”, escribió.
El tren que formará parte de la Línea 1 de este sistema de transporte, con el que se espera aliviar las dificultades del tráfico bogotano, llegó a Cartagena. Desde allí, será trasladado a Bogotá donde se espera recibirlo a finales de septiembre.
Una vez en la capital, arrancará el proceso de pruebas locales para corroborar su perfecto funcionamiento, según había explicado en rueda de prensa el alcalde Galán.
Detalles de la construcción de los trenes del Metro de Bogotá
La entrega de este tren la hizo la fábrica ferroviaria más grande del mundo: China Railway Rolling Stock Corporation (CRRC).
Su fabricación comenzó a mediados del año 2024 y se extendió por un periodo de nueve meses, aproximadamente. Durante este tiempo se desarrollaron, de manera paralela, los principales procesos de fabricación: armado de la estructura de los vagones, aplicación de pintura y acabados, y ensamblaje de equipos.
El tren fue sometido a pruebas tipo, en las que se verificó el cumplimiento de las especificaciones técnicas y funcionales. Igualmente, se hicieron pruebas de rutina estáticas y dinámicas, que validan su funcionamiento detenido y en movimiento.
Los trenes de la Línea 1 del Metro de Bogotá, tienen 135 metros longitud, 2,90 metros de ancho (mínimo) y 3,90 metros de altura. Cada uno está compuesto por seis vagones.
Además, tienen capacidad de transportar a 1.800 pasajeros y una velocidad comercial promedio de 42,5 km/hora.
Estos trenes serán cien por ciento eléctricos, amigables con el medio ambiente, y contarán con un subsistema de señalización ferroviaria y control automático (CBTC), que usa comunicaciones bidireccionales entre los equipamientos del tren y la vía, para que su circulación sea segura.