Después de más de 40 días de incertidumbre, se conocieron los resultados de la autopsia realizada por Medicina Legal a los tres miembros de la familia bogotana que fueron hallados muertos el pasado 11 de julio de 2025 en la habitación 404 del Hotel Portobelo Convention en San Andrés.
Las víctimas fueron identificadas como Tito Nelson Martínez Hernández, su esposa Viviana Andrea Canro Zuluaga y su hijo de tan solo cuatro años, Kevin Matías Martínez Canro, quienes habían viajado a la isla con la ilusión de cumplir su sueño de conocer el mar Caribe.
El informe médico reveló que los fallecimientos se produjeron por intoxicación con fosfina, un gas incoloro y tóxico utilizado en fumigaciones. Según el dictamen, la sustancia inhalada generó una reacción que provocó bronquitis, edema pulmonar, convulsiones y posterior anoxia celular, lo que desencadenó la muerte.
La respuesta oficial del Hotel Portobelo
Tras revelarse los resultados, el Hotel Portobelo Convention emitió un comunicado en el que lamentó nuevamente la tragedia y atribuyó la responsabilidad a la empresa de fumigación contratada, identificada como Livingston & Company E.U.
“Según el dictamen entregado por la Fiscalía, conocido a través de medios de comunicación, el fallecimiento de tres personas ocurrido en nuestras instalaciones fue producto de una intoxicación por inhalación de fosfina. El químico que causó la intoxicación corresponde a una sustancia utilizada sin nuestra autorización por la empresa de fumigación Livingston & Company en flagrante violación de los protocolos establecidos”, señaló el comunicado.
El hotel también aseguró que la empresa contratista reportó haber utilizado sustancias diferentes a las halladas por Medicina Legal, lo que, según ellos, evidencia inconsistencias y posibles irregularidades en su procedimiento.
La polémica por el cambio de habitación
A pesar de señalar a la empresa de fumigación, la investigación también apunta a la responsabilidad administrativa del hotel, luego de conocerse que la familia solicitó un cambio de habitación debido a un fuerte olor percibido en la 404.
En un inicio, la administración del hotel reconoció que ignoró la petición por la alta ocupación en esas fechas. No obstante, versiones posteriores indican que el cambio habría sido autorizado, aunque esto sigue en verificación por parte de las autoridades.
Este hecho ha despertado cuestionamientos sobre los protocolos de seguridad y la capacidad de respuesta del hotel frente a alertas de sus huéspedes, lo que podría derivar en sanciones legales y administrativas.
Investigación en curso por intoxicación con fosfina
La Fiscalía General de la Nación y los entes de control continúan con las investigaciones para establecer responsabilidades penales y administrativas tanto del hotel como de la empresa de fumigación.
El uso de la fosfina, según especialistas, está regulado en Colombia por su alto nivel de toxicidad, y solo puede emplearse bajo estrictos protocolos de seguridad y en espacios controlados.
Por ahora, la tragedia ha dejado en evidencia graves fallas en la supervisión de procesos de fumigación y en la atención de emergencias hoteleras, además de un profundo dolor en la familia de las víctimas, quienes viajaron a San Andrés en busca de descanso y encontraron un desenlace fatal.