La desaparición de Valeria Afanador, la niña de 10 años que completa más de dos semanas sin ser localizada en Cajicá, sigue generando cuestionamientos. Un documento de la Defensoría del Pueblo Regional Cundinamarca reveló al menos cinco irregularidades en el manejo del caso por parte del colegio, la Fiscalía y el ICBF.
Según el informe, la institución educativa se demoró cerca de tres horas en notificar a las autoridades tras percatarse de la ausencia de la menor, lo que habría limitado la posibilidad de ejecutar controles inmediatos en entradas y salidas del municipio, así como en terminales de transporte.
Demoras críticas y omisiones
La Defensoría advirtió que, a pesar de que la desaparición se denunció el 12 de agosto, la notificación amarilla de Interpol solo se activó siete días después, lo que redujo la capacidad de alerta a entidades como Migración Colombia y aeropuertos.
El Ministerio Público señaló además que las autoridades restringieron la investigación a una única hipótesis, incumpliendo con el principio del interés superior de la niñez y dejando de lado la activación inmediata del Sistema Nacional de Bienestar Familiar, clave en casos de menores desaparecidos.
Así fue la desaparición de Valeria
Valeria desapareció el 12 de agosto en el colegio Gimnasio Los Laureles, en Cajicá, mientras se encontraba en descanso. Su profesora notó la ausencia alrededor de las 10 de la mañana y el colegio aplicó un protocolo interno de búsqueda durante tres horas, antes de avisar a las autoridades.
Desde entonces, organismos de socorro, el Ejército, bomberos y la Secretaría de Seguridad han liderado la búsqueda en zonas como el río Frío y los bosques cercanos, sin resultados hasta el momento. Las autoridades ya descartaron que la menor se encuentre en esas áreas.
El caso de Valeria Afanador mantiene en alerta a la comunidad y a las instituciones, mientras su familia insiste en un llamado urgente para intensificar la búsqueda y no dejar que se pierda tiempo valioso.