Una mañana caótica se vivió en varios puntos de Bogotá en el inicio de esta semana. La razón: un bus de Transmilenio se varó en la Avenida Caracas con calle 72, alrededor de las 6:00 a.m., lo que desató el caos.
“Desde Transmilenio ofrecemos sinceras disculpas a todas nuestras usuarias y usuarios que se vieron afectados por la contingencia que tuvimos hoy, en la calle 72 con avenida Caracas.
Lamentablemente, tuvimos una falla mecánica en uno de nuestros buses articulados del concesionario SI 18 de Suba que afectó la operación de cuatro troncales del sistema y
bloqueó el paso total en un sentido de la troncal Caracas”, señaló la gerente de Transmilenio, María Fernanda Ortiz.
El problema es que no sólo se afectó la avenida Caracas, sino que se generó un efecto dominó en la NQS o carrera 30, la autopista norte y la Calle 80 por retrasos en las rutas.
Ante la impaciencia y el afán, los usuarios se bajaron de los buses y salieron de las estaciones para llegar caminando a sus trabajos y lugares de estudio. Ríos de gente se tomaron el carril exclusivo de Transmilenio, en plena hora pico, para lograr cumplir con sus compromisos.
Entre las explicaciones, la gerente Ortiz aludió a la dificultad de trasladar una grúa, lo cual impidió resolver el inconveniente en un menor tiempo.
“Como todos saben, este punto es bastante crítico en el sistema y, adicionalmente, tenemos la obra de la primera línea del metro de Bogotá, que nos impone algunas restricciones adicionales en la operación y, por eso, fue difícil que llegara la grúa que se vio afectada también por la congestión de la ciudad.
Le dimos prioridad, acompañamos con policía para que pudiera llegar más rápido. Sin embargo, se demoró cerca de tres horas en llegar a mover el bus que se encontraba varado, bloqueando el paso en este punto”.
Aunque la gerente de Transmilenio aseguró que ya fue superada la congestión vehicular, Transmilenio no ha informado la hora en que el servicio será restablecido por completo.
Este incidente revive la discusión sobre la fragilidad del sistema de transporte en la capital, pues evidencia que puede ser fácilmente obstaculizado. De acuerdo con expertos en movilidad, esta situación pone a las autoridades a debatir sobre la urgencia de mejorar la atención de estas contingencias y la necesidad de buscar alternativas que eviten que un vehículo termine paralizando a gran parte de la ciudad.